Presidente de Guatemala cree que en Ecuador hay una “combinación fatal” entre la corrupción y el crimen
Bernardo Arévalo reconoce que la inseguridad en Guatemala posee características particulares en comparación con otras naciones de la región. Esto ha llevado a su administración a planificar estrategias individualizadas que se adaptan a las distintas facetas de este problema de seguridad
Bernardo Arévalo de León, presidente de Guatemala, destacó el conflicto armado interno en Ecuador como evidencia de que la corrupción es un ataque a la democracia. El político enfatizó las graves implicaciones de la corrupción en la integridad de la democracia, como considera ha sido demostrado con la situación del país que gobierna Daniel Noboa.
“Lo que está sucediendo en Ecuador es una demostración de los riesgos que tiene la combinación fatal entre corrupción y crimen organizado”, manifestó el mandatario, que asumió el cargo el 14 de enero, en una entrevista con la agencia de noticias Efe.
“Tenemos que entender que la corrupción no es un problema de mala administración de fondos públicos, sino un problema para la seguridad de un país por la vía de la amenaza a sus instituciones”, agregó.
El mandatario guatemalteco reconoce que la inseguridad en su país posee características particulares en comparación con otras naciones de la región. Esto ha llevado a su administración a planificar estrategias individualizadas que se adaptan a las distintas facetas de este problema de seguridad.
Las acciones propuestas, indicó, se enfocan en abordar las cuestiones de inseguridad con tácticas específicas diseñadas para las condiciones únicas que enfrenta Guatemala.
Bernardo Arévalo dio las declaraciones el mismo día en el que el Ministerio de Gobernación ejecutó un amplio operativo en el que participaron 1,500 agentes de la Policía Nacional y unidades especializadas, en uno de los centros penitenciarios más grandes del país, que tiene una sobrepoblación de 387%.
Explicó que el objetivo era hacer una requisa de equipos electrónicos, con los que los extorsionadores operan desde dentro de los penales. De la misma manera, destacó, trabajan en reforzar el control de las fronteras para recuperar el espacio perdido frente a las bandas del crimen organizado, incluidas las de narcotraficantes, y evitar el contrabando que entra a su país de manera sistemática.
Las organizaciones criminales en Guatemala, que incluyen exmilitares, agentes de inteligencia, policías, funcionarios del gobierno y narcotraficantes, se destacan por ser algunas de las más antiguas y complejas en toda la región de Centroamérica.
Estos grupos reflejan una mezcla de poder y experiencia procedente de distintos sectores, lo que les proporciona una notable capacidad para operar dentro de la estructura social y política del país.
InSight Crime, una organización especializada en la investigación del crimen organizado y la seguridad en las Américas, ha alertado sobre la existencia de redes de corrupción profundamente incrustadas en el Estado. Estos grupos han conseguido consolidar su influencia en los sistemas políticos y judiciales, lo que les permite perpetrar actos de corrupción y mantener un estado de impunidad.
Los reportes de InSight Crime resaltan la necesidad de abordar y combatir este problema sistemático para proteger la integridad de las instituciones estatales en la región.
La organización destaca asimismo que los esquemas de corrupción dependen en gran medida de la asignación de recursos gubernamentales para obtener beneficios financieros o construir alianzas políticas.
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