Curvar la lengua es “solo” para inteligentes: qué dicen expertos
Según la psicología, curvar la lengua proviene de una destreza física, vinculada a la creatividad y extroversión, pero hay más factores involucrados
¿Alguna vez un amigo o familiar te mostró cómo puede curvar la lengua? O quizás tú lo haces y te sorprende que otros no pueden. Expertos han estado investigando esta curiosa habilidad y estiman que quienes logran hacerlo podrían tener un coeficiente más alto que el resto, es decir, son “más” inteligentes.
La realidad indica que no todos lo consiguen y en su mayoría se debe a factores genéticos o factores ambientales durante el crecimiento. Incluso, la psicología destaca que curvar la lengua proviene de una destreza física, vinculada a la creatividad y extroversión.
Desde el punto de vista anatómico, formar una “U” o incluso un trébol (mucho más complicado) es posible gracias a una flexibilidad muscular que adquiere la lengua, seguramente por genética. Sin embargo, también podría deberse a la introspección de una persona, combinando equilibrio y creatividad.
Ahora bien, y aquí es donde viene el punto clave, esa flexibilidad muscular que permite el complejo movimiento de la lengua se asociaría con una mayor adaptabilidad mental. Según expertos, la destreza física se asocia con las habilidades cognitivas, mejorando la resolución de problemas y pensamiento creativo. Allí es donde se tomaría en cuenta aquello de ser “más inteligente”.
¿Y qué tienen que ver los factores ambientales?
Depende, porque si estás pensando en la contaminación y el calentamiento global, esto nada tiene que ver. Los investigadores consideran “factor ambiental” el entorno y la exposición a ciertos estímulos y prácticas a las que es sometido un niño. Mientras más haga ejercicios de coordinación, por ejemplo, hay más probabilidades de que lo logre.
Y si es hereditario de ambos padres, probablemente sea mucho más fácil, porque adquieren esa flexibilidad muscular que la lengua necesita para curvarse.
La conclusión de los expertos, y probablemente el hallazgo más importante, es que el desarrollo humano es un proceso complejo donde interactúan distintos factores, en este caso el genético, físico, psicológico y ambiental. Las puertas para nuevos estudios están abiertas.
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