La activista de origen colombiano que quiere ser alcaldesa de NYC: “Vamos a evitar que la clase trabajadora siga siendo expulsada de aquí”
La senadora Jessica Ramos ambiciona sentar las bases para una ciudad menos hostil económicamente, para quienes más se esfuerzan

La candidata demócrata apuesta por construir un sistema de cuidado infantil universal. Crédito: Dan Marracino (JR Office) | Cortesía
La senadora estatal de origen colombiano, Jessica Ramos, nacida y criada en Jackson Heights, Queens, asegura que ese vecindario, ícono de la diversidad de Nueva York, le abrió el horizonte para entender cómo comunidades extremadamente trabajadoras cabalgan todos los días para alcanzar una prosperidad y una estabilidad, que casi siempre le son esquivas.
La primera mujer de ascendencia neogranadina en ocupar un escaño en el Senado de Nueva York representando al distrito 13, (Astoria, Corona, Elmhurst, Jackson Heights y Woodside), ha dedicado dos décadas en abogar por la asequibilidad, salarios más justos, más impuestos para los ricos y decenas de causas sindicales. Ahora, su nuevo objetivo, es obtener el poder municipal en una ciudad que en este 2025, se presenta más costosa y compleja para la clase trabajadora.
Ramos quiere ser alcaldesa de la Gran Manzana. Se ufana que se medirá en las internas demócratas, del próximo 24 de junio, con un ADN de trabajo comunitario, que heredó de su padre. Y con una identidad política, que la llevaría a dirigir acciones para evitar que más neoyorquinos, salgan huyendo de sus vecindarios, porque no pueden pagar la renta.
“Conozco lo duro que es la vida aquí, para los inmigrantes que vienen sin nada. Trabajan muy fuerte y se convierten en la espina dorsal de la economía. Sin embargo, siempre están nadando contra la corriente”, enfatizó.
En entrevista con El Diario, la precandidata demócrata, reitera que no cambiará su convicción de que la instalación de un casino, no es una idea conveniente para los residentes del eje Corona-Jackson Heights. Y que se requieren mejores salarios para los oficiales del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD).
Su promesa central, si logra sustituir a Eric Adams, es promover de inmediato el cuidado infantil universal, tal como se logró con el Pre-K. Un esfuerzo municipal del cual fue parte.

– ¿Quién es Jessica Ramos políticamente hablando?
- Soy una mujer nacida y criada dentro de la comunidad latina en Queens. Mi formación política empezó a muy temprana edad. Mi papá fue miembro de la junta comunal 3. Y yo seguí sus pasos. Percibí que carecemos de liderazgo latino, pues no se trata solamente de que los políticos hablen de nuestros problemas, sino como es mi caso, que lo hayan también vivido. Me dediqué al servicio público hace 20 años, como asistente en el Concejo Municipal durante la Administración del exalcalde Bloomberg. Luego trabajé en dos sindicatos, por casi una década. Después integré en la administración De Blasio, el equipo que hizo posible el pre kinder universal. Luego fui la primera directora de medios latinos de la alcaldía. Renuncié para poder aspirar al cargo del senado estatal, cuyo escaño ocupo desde hace siete años.
– ¿Cuáles son las banderas de capacidad para gobernar a la ciudad más grande del país que usted puede mostrar, para todos los grupos étnicos de la ciudad de Nueva York, más allá de las minorías hispanas?
- Fui criada en el barrio más diverso de Nueva York del país y del mundo. En el distrito que represento, se hablan más de 200 idiomas. He sido una senadora muy conectada a todos los grupos étnicos, incluyendo además a la segunda comunidad LGBT más grande en la ciudad. Estar consciente de tanta diversidad desde niña, me ha permitido ver los lazos que nos unen, más allá de los colores de nuestra piel. Aquí casi todas las comunidades son muy trabajadoras. Sin embargo, las oportunidades para prosperar son escasas. Todos tenemos familiares que para poder comprar una casa, o vivir más dignamente, se han tenido que ir a otros estados. El costo de la vida se ha incrementado en los últimos años. Nunca nos recuperamos de la crisis económica del 2008. Y menos de la pandemia. Mi propuesta es trabajar para un sistema de oportunidades, para todas nuestras comunidades más vulnerables, que son las víctimas de todas las crisis. Especialmente por la tragedia que significa la falta de viviendas asequibles.
Una “progresista pragmática”
-Precisamente el distrito electoral 13 que usted representa, fue uno de los ejes hispanos del país, en donde la votación por Trump creció de forma más contundente, si se compara con el 2016 y el 2020. ¿Qué lectura tiene de este resultado?
- Lo primero que debo decir, es que gran parte de las personas que votaron por Trump, lo hicieron también por reelegirme en el Senado. Yo he hecho una gran reflexión sobre ese tema. Y mi conclusión, es que la gente está cuestionando el orden de las cosas, los electores tienen un gran rechazo al ‘establishment’ (élite que ostenta el poder). Es claro que nuestros electores, quieren un estilo político diferente. Especialmente que responda a sus necesidades económicas.
– ¿En cuál de los extremos políticos del partido demócrata usted se ubica, ahora que hay más cultura política sobre la derecha, la izquierda y en general las diferentes concepciones ideológicas que rodean a su organización partidista?
- Yo soy una progresista pragmática. Apuesto a un gobierno que funcione. Y soy muy consciente de que la gente está buscando oportunidades económicas.
-En concreto, ¿cuál es su plan para derrotar el gran monstruo de la escasez de vivienda asequible, que precisamente en este momento, se encuentra en el peor momento de la historia?
- Uno de los grandes focos de la desigualdad son los impuestos a las propiedades. Los barrios más pudientes, pagan menos impuestos de propiedad que los barrios más pobres, en donde viven los hispanos, los negros y los asiáticos. Alguien que sea propietario en Jackson Heights paga $5,000 en impuestos, mientras que en Park Slope en Brooklyn, paga alrededor de $3,000. Y eso impacta obviamente, los precios de la renta para los más pobres. Actualmente, las tasaciones del impuesto a la propiedad, se realizan con unidades de renta estabilizada como referencia, no con unidades a precio de mercado. Esto permite una forma desequilibrada de generar ingresos a partir de esa fuente. Además, hay que abrir el camino para congelar la renta estabilizada y permitir construir más viviendas asequibles, en los vecindarios más pobres. Además, dar oportunidades reales, para que más personas sean propietarios de sus casas. Para todo esto tenemos un plan muy detallado y basado en la realidad.
-El anteproyecto ‘Por Una Buena Causa’ que limitaría los desalojos y los altos incrementos de la renta no ha podido pasar en la Legislatura Estatal, pese a los esfuerzos de varias organizaciones. ¿Por qué?
- Hay muchas razones, pero me parece que hay una de fondo. La industria de Bienes Raíces tiene mucho poder. Y son los que más contribuyen a campañas políticas. Debemos reconocer que no hemos hecho una buena tarea, en este sentido, especialmente después de la pandemia. Además, los inquilinos están sufriendo mucho más, por la falta de mantenimiento en sus edificios. Los déficits de empleados en agencias municipales como el Departamento de Edificio (DOB), tampoco ayuda. Y la Administración Adams, no ha podido llenar todas las vacantes.
Mejores salarios para NYPD
-En los últimos años hemos escuchado una retórica de desfinanciamiento del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) ¿Cuál es su plan para esta institución? ¿Cuál es su visión sobre la seguridad pública?
- En efecto, el crimen se ha reducido en la ciudad, pero para nada la percepción de que vivimos en un espacio más seguro. Debemos abordar de una forma humana, el drama de los enfermos mentales. Ellos no deben ser enviados a cárceles, sino ser abordados con compasión. Parte de la responsabilidad la tiene el exgobernador Cuomo, quien hace 10 años eliminó gran parte de las camas de atención psiquiátrica. Además, yo quiero subir el salario a los policías. Actualmente quienes ingresan ganan entre 55,000 a 58,000, que es un ingreso muy bajo, para vivir como clase media en esta ciudad. Es una forma de que más policías se integren a ese cuerpo. Quiero asegurarme de aumentar su profesionalización. Vemos por ejemplo, como en el caso de Jackson Heights, hay menos funcionarios que hace una década. Lo que nunca haré es gastar millones de dólares en juguetes como robots y drones, como hemos visto en los últimos años. Hay que analizar muy bien, a quién se promueve en el liderazgo de NYPD. Recientemente han estado al frente muy malos actores, que han afectado la moral policial.
– ¿Cuál es su opinión sobre los cambios que algunos proponen en el estatuto de ‘ciudad santuario’ ante nuevos escenarios en la era Trump?
- Yo creo en la ley de ciudad santuario original, que no necesita ninguna modificación. En donde se aclara colaborar con los agentes federales de migración, cuando se trata de personas que han sido convictas, por una lista específica de cargos violentos. Lo que necesitamos evitar a toda costa es la separación de familias, que es un hecho mucho más costoso para los contribuyentes. Debemos ser más cuidadosos que nunca, de proteger los derechos civiles. Tenemos una retórica xenofóbica, que ha dividido a nuestra población migrante y a la vez sigue estigmatizándola. Debemos defender más que nunca que ICE se mantenga alejada de la población que acude a hospitales, escuelas e iglesias.

– ¿Si surgiera nuevamente una crisis migratoria, como la que ha enfrentado NYC, en los últimos tres años, qué haría usted distinto?
- Todo lo haría distinto. Una cosa es tener compasión y otra que seamos desordenados. Hay que admitir que miles de personas, fueron enviadas en bus por el gobernador de Texas, cuando NYC no era necesariamente su destino. En el pasado, hemos tenido olas más grandes de migrantes. El tema es que la Ciudad falló en hacer de inmediato, un registro más claro de quién llegaba, para incorporarlos más rápidamente a la economía. Y que fuesen a corto plazo independientes, tomando en cuenta que todavía la ciudad no había recuperado la población, que había perdido durante la crisis pandémica. Perdimos mucho tiempo en ayudarles a tramitar sus permisos de trabajo, en conocer sus capacidades, en ayudarlos a establecerse de manera autónoma, sin necesariamente ser una carga para los contribuyentes, que es justamente lo que muchos resienten.
¡No y no!
-Usted ha sido la piedra de tranca principal, para que se dé el siguiente paso, para la construcción del Parque Metropolitano, en terrenos de Willets Points, que incluye un casino. ¿Mantiene su posición?
- Totalmente. No me parece una buena idea que la Avenida Roosevelt termine en un casino. Cuando somos un barrio en donde el promedio de los ingresos anuales, están incluso por debajo del salario mínimo. No me parece que este tipo de centro de juegos, sea un buen factor para la comunidad local. Los casinos están diseñados para que las personas, se queden atrapadas y gasten todo adentro. Esas personas no van a salir a explorar y gastar en pequeños negocios del barrio. Mi conclusión es que los costos, son mucho mayores que las oportunidades.