El inglés es la gran barrera para que centenares de enfermeras migrantes puedan servir a hospitales de NY, pero hay más…
Asociaciones profesionales de hispanos y la Ciudad de Nueva York ofrecen soporte a los profesionales de salud

Se estima que el déficit de enfermeras en los hospitales de NY sea de 40,000 profesionales en el 2030. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia
La cifra está muy clara y parece seguir elevándose: Según la Comisión de Universidades y Colegios Independientes de Nueva York, el estado enfrentará una escasez de casi 40,000 enfermeras para 2030.
A su vez, la avalancha migratoria que se registró en la Gran Manzana desde la primavera de 2022, trajo también a centenares de profesionales hispanos, del sector salud, de varios países, que podrían ser de gran aporte para inyectar al sistema hospitalario público y privado, talento humano que en la mayoría de los casos, y ante circunstancias muy complicadas, se encuentran bajo la sombra del subempleo y en los últimos tres meses, bajo tensión migratoria.
“Existen numerosas barreras. Es cuestión de tiempo. Mientras tanto, hay que sobrevivir. El asunto, además del inglés que es prioritario, es que aquellos con estatus migratorios temporales, como el TPS por ejemplo, experimentamos la sensación de que, a pesar de ser profesionales altamente calificados, en cualquier momento podríamos vernos obligados a abandonar el país”, comentó a El Diario, una médica venezolana que trabaja de limpieza en una iglesia de Manhattan. Ella prefirió mantener en anonimato su identidad.
Aunque no se cuentan con registros específicos de los profesionales del sector salud, que llegaron a la Gran Manzana durante la crisis migratoria, lo que sí está claro, es que en general mucho de ellos, podrían estar en este momento al borde de la auto deportación o enfrentando grandes incertidumbres ante las políticas migratorias de la Casa Blanca.
“Me desanimé de seguir estudiando para validar como enfermera, para avanzar se necesita entusiasmo, y ahora lo que estoy es deprimida”, acotó.
Ante este escenario, la Asociación Hispana de Profesionales de la Salud (AHPSI), cuya razón de ser, es ayudar a los profesionales de la salud latinos, a obtener las licencias requeridas para ejercer en el país, sigue creando herramientas digitales y presenciales para conectar a profesionales migrantes de Latinoamérica, que permanecen años en el país, haciendo “cualquier cosa”, enfrentándose a salarios pírricos, por no tener información elemental para sumarse a un sistema sanitario con un claro déficit de personal.
“El miedo es el principal factor a vencer. Tenemos a miles de profesionales de la enfermería latinoamericanos muy preparados, algunos recién llegados, que incluso ya han obtenido su documentación para trabajar legalmente en el país. Por el bajo dominio de inglés y porque piensan que es imposible volver a trabajar en un hospital, no optan por obtener sus licencias”, comentó el Dr Arítmedes Restituyo, presidente de AHPSI con acción en Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania.
Hay opciones iniciales
Para romper estas barreras, esta organización ha creado varias guías, incluyendo un listado de apps digitales que permitiría a los aspirantes practicar la enfermería en el país, y un catálogo de opciones que podrían ser la primera puerta para conectar con el inglés diariamente y de forma cómoda.
Se aconsejan herramientas de inglés conversacional para situaciones diarias, pero también con terminología médica. Por ejemplo, se hacen referencias a aplicaciones como Cambly, que ofrece la posibilidad de programar sesiones con tutores profesionales.
También se recomienda iTalki, una plataforma que proporciona acceso a profesores certificados especializados en inglés médico y Speaky que facilita la interacción conversacional sobre temas profesionales específicos.
En este caso, se remarca que el dominio del idioma inglés, es esencial para mejorar la comunicación con pacientes angloparlantes, elaborar documentación médica con precisión, acceder a oportunidades de desarrollo profesional y académico y mantenerse actualizado con la literatura científica más reciente.
“Animamos a todos nuestros miembros a incorporar estas herramientas en su desarrollo profesional continuo. La Asociación está comprometida con brindar recursos adicionales para apoyar su crecimiento lingüístico y profesional”, destaca AHPSI en un comunicado.
“No hay fórmulas mágicas”
Asimismo, el Dr Restituyo observa que muchos cursos privados ofrecen enseñar inglés de una manera rápida, incluso prometiendo el dominio de este idioma, en plazos mínimos de tres meses, aunque a su criterio “cada caso es individual”, y la verdad, no existe un solo programa de enseñanza de la lengua, que funcione igual para todo el mundo.
“Obviamente en este caso, hay factores como la edad, la persistencia y la disciplina que tienen influencia, pero también sugerimos evaluar las expectativas a cursos que parecieran como mágicos”, recomendó.
En el caso de los enfermeros y enfermeras el requisito principal es lograr aprobar el NCLEX, o Examen del Consejo de Licencia de Enfermería para Enfermeros, es una prueba crucial para aquellos que desean obtener su licencia como enfermera o enfermero registrado (RN).

Este examen evalúa conocimientos para la práctica segura y efectiva de la enfermería. Es un requisito fundamental para obtener la licencia y comenzar a ejercer de forma profesional.
“Estamos observando que cada vez más, médicos, odontólogos y profesionales de otras áreas de la salud latinoamericanos, inclusive con altas especializaciones, que saben los desafíos que implica esa práctica aquí, están optando exitosamente por la enfermería. Lo cual es una doble ganancia para el sistema sanitario del país, porque está surgiendo una generación de enfermeros muy preparados”, informó el Dr Restituyo.
Sobre los desafíos de vencer el miedo y desinformación, la enfermera venezolana Rossy Castillo, de 40 años, es uno de los miles de ejemplos.
“Emigré hace cinco años, ya tengo papeles, y desde que llegué he trabajado en un salón de uñas en El Bronx, porque creo que para ejercer esta carrera aquí, se requiere un inglés perfecto. Me da pánico que de repente, le entienda mal a un paciente y cometa un error”, destacó.
NYC prepara enfermeras
Los profesionales de enfermería que han obtenido sus títulos fuera de Estados Unidos y están en proceso avanzado o intermedio de aprendizaje del inglés, cuentan con varias alternativas para aprobar con éxito el examen de Licencia del Consejo Nacional para Enfermeros Registrados (NCLEX-RN) que abre la puerta para ejercer esta demandada profesión en Nueva York.
Desde 2024, las enfermeras que completen el programa de capacitación para estudiantes de inglés (ELL) auspiciado por el Departamento de Servicios para Pequeñas Empresas (SBS) de la Ciudad de Nueva York y posteriormente aprueben el examen, pueden esperar obtener más del doble de sus ingresos previos a la licencia.
La aprobación del examen NCLEX-RN tiene una inmensa importancia para las enfermeras inmigrantes que buscan ejercer en la Gran Manzana.
Los graduados de estos programas a menudo reciben ofertas de trabajo de destacados hospitales de la ciudad de Nueva York, donde hay una gran demanda de enfermeras registradas
Tanto LaGuardia Community College como Lehman College albergan programas de capacitación NCLEX-RN financiados por el SBS, que extiende el apoyo logístico a través de sus 18 centros profesionales Workforce1 de la ciudad de Nueva York.
Para conocer sobre estos programas se sugiere asistir personalmente a estos centros educativos para las aplicaciones y la documentación requerida. Se destaca que es necesario que los aplicantes tengan un permiso legal para trabajar en Estados Unidos, ganar menos de $40,000 al año y puedan comprobar que tiene un título que valide estudios de enfermería o de otras carreras en materia de salud en el exterior.
Estos programas, incluyen cursos puente de inglés para hablantes de otros idiomas (ESOL) y programación tanto híbrida como en línea y presencial.
Tras la pandemia de COVID-19, casi todos los hospitales públicos de la Ciudad de Nueva York (H+H) vieron una disminución en el número de enfermeras entre febrero de 2020 y junio de 2023.
Déficit en NYC:
El Hospital Woodhull en Brooklyn, el Hospital Harlem en Manhattan y el Hospital Lincoln en El Bronx vieron una reducción del 24,1%, 22% y 14,5% en el número de enfermeras, respectivamente como consecuencia de la pandemia de COVID-19.
Como resultado, la Ciudad aumentó la plantilla de estos profesionales temporales y los costos aumentaron hasta 660 millones de dólares en 2020.
De 2023 a 2024, la corporación de hospitales públicos de la Gran Manzana trabajó para aumentar su plantilla de enfermeras, contratando a más de 1,660 nuevas en el año fiscal 2024 y luego reduciendo la nómina de las temporales en 880 puestos, de acuerdo con un reporte del contralor estatal, Thomas P. DiNapoli.
Baja proporción:
- 50% del tiempo, los hospitales encuestados no cubrieron la proporción de 1:2 enfermeras por paciente exigida por la ley estatal de dotación de personal hospitalarios para pacientes de cuidados críticos, de acuerdo a un análisis divulgado por la Asociación de Enfermeras del Estado de Nueva York.