Misión a Marte supone alto riesgo de cáncer
Además de la lejanía, el viaje al planeta rojo aumentaría hasta en 5% la probabilidad de los astronautas de desarrollar cáncer; hasta ahora no hay nada que pueda protegerlos a la radiación solar.
Marte está lejos de la Tierra, pero no tanto como para que el viaje de las sondas espaciales dure varios meses, por lo que la posibilidad de que un ser humano llegue hasta el Planeta Rojo no parece remota. Sin embargo, más allá del tiempo y la distancia otros obstáculos pueden aparecer una vez que el primer hombre o mujer pise el suelo marciano: la radiación y sus efectos.
Gracias al robot Curiosity, científicos hicieron estimaciones precisas de las dosis de radiación que implicaría para un humano un viaje al cuarto planeta del Sistema Solar y los resultados son bastante altos.
Según publicó la revista Science, los futuros pioneros de Marte, tan sólo durante el viaje de ida y vuelta al planeta, recibirán dos tercios de toda la radiación admitida sin necesidad de salir de la nave. “Estas no son sólo las mejores mediciones del entorno de radiación que recibiría un astronauta, también son las únicas que tenemos”, dice Don Hassler, coautor del trabajo y miembro del Instituto de Investigación Suroeste (SwRI) en Estados Unidos.
Proteger a los astronautas de esta radiación será uno de los grandes retos a la hora de llevar a cabo esta misión ambiciosa y, al mismo tiempo, ha despertado ciertas interrogantes como: ¿Qué probabilidades hay de que un ser humano desarrolle un cáncer tras la misión en caso de sobrevivir a un viaje así?
De acuerdo con el estudio, los niveles calculados expondrían a una persona a un riesgo del 5% de padecer cáncer. No obstante, la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) fija el umbral de radiación al 3% para sus astronautas.
Los índices fueron calculados con ayuda del detector RAD (Radiation Assessment Detector), que midió la radiación que soportó la Mars Science Laboratory (MSL), la nave espacial en la que viajó Curiosity hasta el Planeta Rojo.
“Es fundamental conocer el entorno de radiación dentro de una nave en la que viajen seres humanos a Marte o a cualquier otro destino en el espacio profundo”, dice Cary Zeitlin del SwRI.
No obstante, aunque el detector RAD midió la radiación dentro de la cápsula durante los 253 días de viaje en los que se recorrieron 560 millones de kilómetros hasta Marte, los científicos advierten que los datos de este dispositivo aún no han sido procesados en el suelo marciano.
Sin embargo, la dosis de radiación sería equivalente a la que recibiría un astronauta si cada cinco o seis días le realizaran un TAC, es decir, una tomografia axial computerizada, en todo su cuerpo.