Julio Iglesias goza de un éxito único
Julio Iglesias estrena esta semana su nueva producción 1-Greatest Hits, que presenta en dos discos algunos de sus temas clásicos
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Julio Iglesias ha registrado varios récords en su carrera —los más recientes el Guinness por ser el artista latino que más ha vendido en el mundo y otro en China por ser el intérprete latino de más éxito en aquel país—, lleva acuestas 80 álbumes editados, 300 millones de copias vendidas y una carrera musical de 45 años.
Pero ni su fama ni todo lo que ha logrado con ella, lo han despegado de su sencillez.
El hombre elegante, refinado, caballeroso y perfeccionista, no da lugar a la arrogancia; por el contrario, es bromista, complaciente, sin poner límites ?ni previos ni durante la entrevista? entre los asuntos personales y profesionales.
Es un señorón.
Entrevistado por ¡hola LA! en un momento en el que todavía ni siquiera imaginaba el hecho histórico que estaba por vivir en China, Iglesias de 69 años de edad, habló de 1-Greatest Hits, su nueva producción que saldrá mañana al mercado y que contiene dos CD: uno en inglés con importantes duetos y el otro con algunos de sus grandes éxitos en español.
En la entrevista el intérprete de Hey!, habla de su trabajo, de sus temores, de su vida en familia y de su hijo Enrique, quien al igual que él, ha acaparado fama internacional.
¿Cómo te sentiste al hacer esta revisión de clásicos?
Me sentí más joven. Me sentí como cuando tenía 25 años y los cantaba, los cantaba tan mal… ahora no es que las cante mucho mejor pero las entienden más. Las escribí de joven y las interpreto ahora a los 37 años que tengo…. [risas].
Hacer la selección con un repertorio tan amplio no debió ser tan fácil…
Pensé primero en lo que se me venía a la cabeza y en lo que estaba cerca de mí… Me iban pasando las canciones y comencé a seleccionar las primeras. De hecho no puse La vida sigue igual, Abrázame, ni Momentos, históricas en mi vida, pero vendrán en una segunda etapa.
¿Qué recuerdos te trajo volver a repasarlas?
¡Hombre! Bastantes. Cuando estuve cantando con [Frank] Sinatra… todos esos recuerdos son inolvidables; son canciones que han quedado en mi memoria y que cuando vuelvo a cantar los recuerdo a todos ellos… Momentos muy emotivos, pero que ahora, al volver a repasarlos, siento un poco la nostalgia de aquellos tiempos. Lo que pasa es que ahora la intensidad de cantarlos es mucho más profunda.
¿Algún dueto resultó un logro surrealista o nunca hubo nadie inalcanzable?
Sí, siempre hay alguien. En realidad todos los duetos que he hecho han sido momentos únicos, momentos que han hecho historia. Cantar con Sinatra, por ejemplo, fue una emoción muy grande. Él estaba en mi alma durante esos años, le tenía muchísimo cariño y canté mucho con él cuando teníamos al mismo mánager. Me emocionó mucho cantar con él, pero también me gustó mucho cantar con Diana Ross, Willie Nelson, Stevie Wonder… todos grandísimos artistas.
Sé que eres muy perfeccionista. ¿Qué tanto te involucraste en esta ocasión?
Yo empiezo y termino todo. Tengo un gran equipo, pero estoy totalmente al lado de ellos, revisando todos los detalles y todo lo que se hace.
Estás por comenzar una gira, que se ve intensa. ¿Te das largos descansos?
Bueno, de vez en cuando me pongo de acuerdo con mi mujer y hacemos un niño… [estalla una larga carcajada]. No, para mí descansar es muy aburrido. Para mí el trabajo es vitalista, me hace sentir mucho más fuerte, más joven, me hace disciplinarme al máximo, me hace sentirme más vivo en realidad.
Da la impresión que has logrado todo en tu carrera…
No, todavía falta. Me siento con ganas, con pasión. Por eso todas las entrevistas que yo he dado, siempre las hago con felicidad: soy una persona feliz. Cantar es una profesión tremendamente maravillosa; la gente te quiere gratis, no te pide nada y todavía va a tus conciertos y compra tus discos.
¿Qué te falta por hacer?
Lo que quisiera tener es más tiempo, pero eso es un imposible. Me gustaría poder saber el tiempo que me queda [de vida] pero, aún sin saberlo, vivo al toque, vivo tratando de ganar tiempo al tiempo. No lo puedo comprar porque el tiempo es invaluable, lo que hago entonces es dormir menos, estar más despierto, preocuparme más, despreocuparme menos y estar totalmente con la vida en vilo, sabiendo lo que pasa cada momento alrededor mío. ¿Qué pena, no? Porque con eso estoy en un estrés terrible [ríe].
No lo parece… ¿Qué haces para relajarte?
Ese estrés me lo calmo nadando. Nado y se me quita, “desnado” [sic] y me vuelve. Pero el estrés no es tan malo cuando lo sabes controlar y cuando sabes que lo tienes.
¿Cuál es tu mayor temor?
Dormirme para siempre… Por eso me da tanto miedo dormir. Tú sabes que no me gusta dormir, ¿no?
No, no lo sabía…
No, no me gusta. Seguro que a ti todavía te gusta dormir, pero ya verás cuando estés un poco mayorcita, como yo: no te gustará dormir.
Para muchas de tus fans eres inalcanzable, una fantasía…
Sí, la gente siempre sueña y suele pensar que los artistas vivimos en una fantasía grandísima. Si ellos supieran que la única fantasía que tenemos son ellos, sería mucho más razonable. La fantasía de un artista es ver a la gente, que te vayan a verle… Es todo lo contrario a lo que la gente piensa. Nosotros vivimos pensando en cuánta gente te va ir a ver, cuántos van a leer el artículo, cuántos van a comprar el disco.
¿Ves con frecuencia a tus hijos mayores: a Julio, Enrique, Chábeli?
Julio y Enrique están fuera de mí, eso significa que no tengo que mandarles dinero [bromea]. Mis hijos viven una vida artística interesantísima. Isabel [Chábeli] también con sus dos hijos, y yo ahora con mis hijos… Todos estamos juntos, no hay una separación… Todos están en mi alma, en mi corazón.
¿Te ha sorprendido de alguna manera el éxito de Enrique?
La verdad, al principio me sorprendió. Después pretendí y ahora lo aplaudo.
¿Lo imaginaste?
Los padres imaginamos mucho, pero la realidad a veces es diferente. Y lo de Enrique es un auténtico campeón del mundo.
¿Has asistido alguno de sus conciertos?
Sí, sí… A mí me gusta Enrique en todos sus movimientos, es mi hijo. Cuando lo veo a los ojos veo en él muchas cosas mías. Me imagino que él verá muchas cosas mías en sus ojos también, somos muy parecidos y él es muy parecido a mi hijo Miguel.
¿El éxito también está en lo personal?
Sí, llevo una vida privada de éxito. Quiero a mi mujer [Miranda Rhysburger], me quiere, me lo dice todos los días, [y] si no me lo dice yo se lo digo. Tengo tres hijos pequeños [las gemelas Victoria y Cristina de once y Guillermo de seis, además de Miguel de 15 y Rodrigo de 14] que me dicen: papá, papá para todo, tengo un perro que mueve la cola cuando llego a la casa, seis gatos que no me gustaban y ahora me gustan… ¡Imagínate!
¿Sigues radicando en Miami?
Ahora estoy en el limbo, ese sitio donde los que han pecado mucho piensan que no van a llegar al cielo y los que no han pecado piensan que el cielo está muy lejos… No, estoy viviendo entre República Dominicana, España y la Florida, pero en realidad vivo más que nada cantando por todo el mundo.