Seis horas sin ninguna censura en Venezuela

Debate de Gobierno y de la oposición venezolana fue escuchado por todos

La líder opositora María Corina Machado, quien no cree en ese diálogo, saluda a sus seguidores antes de ofrecer una rueda de prensa en Caracas, Venezuela.

La líder opositora María Corina Machado, quien no cree en ese diálogo, saluda a sus seguidores antes de ofrecer una rueda de prensa en Caracas, Venezuela. Crédito: EFE

El día después del histórico debate entre chavismo y oposición se convirtió en la prolongación callejera de las seis horas en que los reclamos del otro país fueron escuchados por todos. Algo inédito. La política se debatía ayer en panaderías, en las calles, en las redes sociales, incluso en las colas para conseguir alimentos.

“O esto cambia o esto revienta”, vaticinó Henrique Capriles, quien junto a una decena de dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desnudó una realidad que nada tiene que ver con Nicolás Maduro en el país de las maravillas revolucionarias que vende todos los días el gigantesco aparato de propaganda oficialista.

Precisamente este fue el principal éxito de una reunión criticada por los radicales de ambos bandos. “El cerco mediático se rompió por unas horas. Chavistas pudieron escuchar en cadena (retransmisión obligatoria para todas las televisiones y radios) y sin censura a voces del país no chavista”, resumió Ricardo Antela, profesor de Derecho Constitucional.

“Es justo que el país oiga otra voz”, disparó Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD en la primera intervención. “O dialogamos o nos matamos, hermanos”, advirtió más tarde el gobernador opositor Henri Falcón, otrora aliado de Chávez. Cada discurso de un opositor golpeaba la línea de flotación de los portavoces oficialistas: ninguno de ellos había preparado la lección. No están acostumbrados…

El segundo avance opositor es la agenda abierta para seguir los debates la semana que viene, siempre con la mediación del nuncio apostólico y de la terna de cancilleres de la Unión Suramericana de Naciones (Unasur). Aldo Giordano, representante de la Santa Sede, leyó una carta del papa Francisco en la que animaba a los presentes a dialogar con “paciencia y valentía”.

La oposición dejó abiertas cuatro demandas para la próxima reunión, que nadie se quiere perder: amnistía para los presos políticos, el desarme de los paramilitares oficialistas (protagonistas de al menos 10 de las 40 muertes durante la crisis), la renovación de los poderes del Estado y la constitución de una verdadera Comisión de la Verdad.

Cuatro temas muy espinosos de difícil resolución. Maduro dejó claro, acerca de la amnistía, que es “tiempo para la justicia, no para el perdón”. También defendió a capa y espada revolucionaria a los famosos colectivos y ponderó la Comisión de la Verdad elegida en la Asamblea, con Diosdado Cabello, jefe del ala militar, como presidente.

Aveledo no solo aguijoneó el orgullo chavista (“La Constitución no es para mostrarla, es para cumplirla”); también ejerció de intermediario entre universitarios y Maduro, entregando una carta del Movimiento Estudiantil, dispuesto a reunirse con el Presidente. “Mantenemos la lucha en la calle”, añadió ayer Juan Requesens, líder de la Universidad Central de Venezuela.

¿Y los radicales? El capitán Cabello, sentado a la fuerza en un diálogo al que no está acostumbrado, fue aguijoneado por los opositores Henry Ramos (“Yo no soy tu subalterno, así que cállate”) y por Capriles. Tragando saliva y torciendo el gesto, Cabello insultó a escondidas al gobernador de Miranda mientras intervenía. “Fascista asesino”, escribió en su twitter con Capriles a un par de metros. Una noche muy dura para Cabello, quien gobierna la Asamblea como si fuera un cuartel militar.

Los opositores radicales, que se negaron a participar en la primera cumbre, se mantuvieron ayer en sus trece: “Tras largas horas de alocución, nada ha cambiado”, resumió la diputada María Corina Machado.

Mientras la oposición insistió en hablar del hoy, el Gobierno se defendió con el ayer, desde el golpe contra Chávez del 2002 (ayer celebraron los 12 años transcurridos) hasta los desmanes gubernamentales de hace medio siglo.

“El próximo reto del diálogo es incorporar a otros sectores opositores y que el Gobierno haga el primer gesto concreto con la oposición”, reflexionó Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.

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