Diez años de alquimia entre tango y música electrónica
París/EFE – El grupo Gotan Project cumple diez años de alquimia entre tango y música electrónica, agrupado en la ola de celebridad a la que accedió con su primer álbum, “La revancha del tango” (2001) y de la que ya no ha vuelto a bajarse tras dos nuevos discos y cerca de medio millar de conciertos en vivo.
“Al principio pensábamos- ¿A qué ‘tanguero’ le va a gustar esto? ¡Vamos a tener mucho rechazo!”, confiesa Eduardo Makaroff, uno de los tres fundadores del aclamado grupo.
Pero el guitarrista argentino recuerda que, “al contrario”, los amantes del tango “salieron entonces a bailar al ritmo de los ‘beats’ electrónicos”.
Antes que los tangueros habían sido los disc-jockey quienes habían llevado a las pistas de baile sus ritmos originales y versiones como “Vuelvo al sur”, en los que la formación musical promueve un encuentro “inédito” entre el tango y las nuevas tecnologías.
Más de 2,5 millones de álbumes vendidos (1,5 millones de copias del primero) certifican el éxito de un grupo que, al igual que su música, nació del encuentro entre el guitarrista argentino y dos músicos de electrónica, el suizo Christoph H. Müeller y el francés Phillipe Cohen Solal.
Gotan Project consiguió que en las pistas de las discotecas los jóvenes volvieran a bailar tango, una danza que habían “dejado de lado” en detrimento de otros ritmos como el rock and roll.
Aunque se les ha calificado a menudo como los herederos de Astor Piazzola, el músico argentino que con su experimentación “elevó el tango unos escalones más arriba”, los integrantes de Gotan Project rehúsan que se les tilde de “neopiazzolistas” ya que “sería como compararse con Mozart, Beethoven, The Beatles o (Tom) Jobim”, agrega.
“Nosotros solo somos tres flacos que nos encontramos en París” con un propósito común, aseguró Makaroff, que cree que Piazzola fue “un genio” que dio ejemplo de “cómo no tener miedo” a la experimentación musical.