Pequeños testigos
Según expertos en psicología infantil, los niños pequeños que son testigos de violencia doméstica en su hogar, pueden presentar los siguientes síntomas:
Sentimientos de temor, ira, depresión, tristeza, vergüenza, desesperación, desconfianza e impotencia.
Reacciones físicas como dolores de estómago, dolores de cabeza, dificultades para dormir y comer, enfermedades frecuentes.
Disminuidas las capacidades de desarrollo, bajo rendimiento escolar, baja autoestima, dificultad para relacionarse con sus compañeros.
Abuso de sustancias o la inhalación de pegamento.
Problemas de comportamiento como escaparse de la casa, un lenguaje agresivo y conducta o actuación agresiva.
Aprender que la violencia es un medio legítimo para conseguir el control de una situación o para resolver conflictos.