Desfile de las Rosas con color y protesta

Reina clima veraniego en Pasadena para cerca de un millón de espectadores

Al terminar el Desfile de las Rosas, los simpatizantes del movimiento Occupy se hicieron presentes sin incidente.

Al terminar el Desfile de las Rosas, los simpatizantes del movimiento Occupy se hicieron presentes sin incidente. Crédito: Ciro César / La Opinión

El sur de California se lució ante el mundo a través de las coloridas flores que adornaban las carrozas del Desfile de las Rosas, y su envidiable clima cálido y soleado que se reflejaba en los participantes.

El bulevar Colorado, en la ciudad de Pasadena, recibió la visita de unos 900,000 espectadores que emocionados aplaudían y se deleitaban con las diferentes bandas musicales, así como con el ingenio de las carrozas.

El desfile también recibió la visita de varios cientos de simpatizantes del movimiento Occupy de diferentes partes de California, quienes marcharon al final del desfile. Los manifestantes fueron escoltados por un grupo especial de agentes del Sheriff, equipados con chalecos antibalas, bastones y cascos, que se transportaban en camiones tipo militar.

Uno de los agentes del Sheriff dijo a La Opinión que su misión era asegurar que los manifestantes no interrumpieran el Desfile de las Rosas y evitar cualquier otro tipo de disturbio.

Tal como lo habían anunciado los coordinadores de Occupy Rose Parade, no se registró ningún acto de violencia o desobediencia civil.

Este año, el lema del desfile fue “Sólo Imagina” (Just Imagine), el cual tenía como objetivo ver el mundo a través de la inocencia de los niños para imaginar las posibilidades que tiene el mundo.

La primera carroza estuvo a cargo del Banco Wells Fargo, quien patrocinó la carroza con el lema presentando la imagen de dos pequeños parados frente a un balcón viendo las estrellas, la cual simboliza la infinidad de posibilidades.

El trofeo de Fantasía se lo ganó la Ciudad de South Pasadena con su lema de “cuando la vida te da limones”. Esta carroza tenía a dos extraterrestres verdes atendiendo un puesto de limonada, después de que su nave espacial había chocado con la tierra. Esta representación ocupó 10,000 rosas y unos 3,000 botones de flores.

Otra de las carrozas más aclamadas, aunque poco práctica fue “Surfs Up”, elaborada por la comida para animales Natural Balance. Esta tenía perros surfeadores y un motor que producía olas.

Las expectativas de esta carroza eran muchas, ya que logró entrar en los récords Guiness como la carroza más grande y más pesada (más de 100,000 libras). Pero no fue disfrutadas por la mayoría de los asistentes ya que las personas que estaban al nivel de la calle, no podían ver lo que sucedía en la carroza, sólo quienes pagaron por asientos en las graderías pudieron ver a los perros en acción, y esto si tuvieron la suerte de que los perros actuaran mientras la carroza se movilizaba.

También, las bandas musicales fueron parte esencial de esta celebración, ya que fueron las encargadas de agregarle gracia y movimiento al desfile. La banda de la Infanteríá de Marina (US Marine Corps) no sólo logró aplausos, sino también que las personas se levantaran de sus asientos y brindara tributo a los hombres y mujeres que conforman las fuerzas armadas.

La Banda Escolar de Guayanilla, de Puerto Rico, deleitó con su profesionalismo y con las bailarinas que tenían el sabor del Caribe en sus movimientos. La otra banda que representó a la comunidad latina -debido a la enorme cantidad de estudiantes hispanos- fue la Banda LAUSD (Distrito Escolar Unificado de Los Angeles), quienes aunque atraviesa dificultades económicas debido a los recortes estatales, no permitió que los problemas se reflejaran en su actuación.

El Gran Mariscal del desfile fue el militar J.R. Martínez, quien fue enviado a Irak en marzo del 2003 y a menos de un mes fue víctima de una mina. El sufrió quemaduras en el 40% de su cuerpo, incluyendo su cara. Sin embargo, ese incidente no ha impedido que Martínez disfrute su vida y ahora se dedica a dar charlas motivacionales sobre el poder del optimismo y la resistencia.

“Yo creo que todo sucede por una razón y estoy agradecido que los eventos en mi vida me han dado la oportunidad de compartir mi mensaje de esperanza y posibilidades”, declaró Martínez.

En esta ocasión, el desfile se celebró el 2 de enero debido a que el 1 de enero fue domingo. Los organizadores tienen una larga tradición de no interferir con los servicios religiosos.

Los simpatizantes de Occupy tuvieron también su propia banda musical llamada los “billonarios” (multimillonarios). Unas 30 personas se vistieron con trajes de gala y con disfraces de banqueros, mientras tocaban diferentes instrumentos musicales como tambores y platillos.

Otras personas se encargaron de levantar una manta de unos 20 metros de largo que simulaba ser una copia del preámbulo de la Constitución de Estados Unidos “We The People”. Mientras otros cargaban pancartas más pequeñas con el mensaje del 99%.

Josué Hernández, de 27 años, llegó desde Santa Ana para mostrar su solidaridad con este movimiento.

“Todos nosotros somos el 99% de la población… estoy aquí para enviar el mensaje de que tenemos América es de todos nosotros y no de los bancos ni de los multimillonarios”, acotó Hernández.

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