La llegada del dominio radical republicano
El candidato presidencial Republicano será Mitt Romney. Cierto: casi no gana en Iowa y unos tres cuartos del electorado Republicano prefieren alguien mas conservador.
Pero los Republicanos concluirán que es mejor apoyar a un candidato capaz de vencerle a Obama que a un derechista puro pero sin esperanzas presidenciales. Es mas: Romney es quizás el mejor candidata para los mas derechistas de su partido.
Imaginen una victoria para Romney en noviembre. Sin duda coincidiría con una victoria para los Republicanos en el congreso. El partido de derecha controlaría la presidencia y ambas cámaras legislativas.
Los que tienen buena memoria te dirán que pasadas épocas similares no produjeron revoluciones políticas – grandes mayorías en Washington suelen sufrir de divisiones internas que facilitan colaboración con la oposición y moderación.
Pero hoy hay factores importantes que presagian un dominio Republicano mucho mas intransigente y radical. Primero, hoy el electorado esta mas dispuesto a castigar a sus representantes políticos por un solo paso falso. Esto disminuye la posibilidad de colaboración entre los partidos – nadie quiere se acusado de traición.
Segundo, el ala extremista dentro del partido Republicano, bajo la bandera del Tea Party, esta dispuesto a hacer lo necesario para imponer su programa. Desde que llegaron a Washington en 2010, estos extremistas – una minoría dentro de un partido minoritario – han podido paralizar al gobierno cuando no tienen los votos para cambiar las leyes.
Bajo Romney estos extremistas seguirían siendo una minoría. Pero ahora formarían parte del partido mayoritario. Con solo controlar a los dirigentes de su propio partido podrían controlar al Congreso.
Por lo tanto, el hecho de que Romney es centrista es irrelevante. Hoy, poder negociar con la oposición es signo de debilidad en vez de madurez. Y un presidente débil es precisamente lo que quieren los extremistas de la derecha.