Solís lidera cambio en ley
El Departamento del Trabajo (DOL) retrasó la implementación de nuevas regulaciones sobre trabajo infantil agrícola, luego de intensa presión política. Ahora se espera que la publicación final, se realice dentro de dos meses.
WASHINGTON, D.C.- El Departamento del Trabajo (DOL) retrasó la implementación de nuevas regulaciones sobre trabajo infantil agrícola, luego de intensa presión política. Ahora se espera que la publicación final, se realice dentro de dos meses.
Desde mediados de 2011, la secretaria de DOL, Hilda Solís, ha enfatizado la necesidad de liderar cambios en las normas actuales que rigen el trabajo infantil agrícola. Pero aunque las reformas ya deberían estar operando a nivel nacional, nada ha ocurrido aún.
En septiembre de 2011, DOL presentó públicamente las nuevas regulaciones, luego de cuatro décadas desde la última alteración substancial a la Ley de Normas Razonables de Trabajo (FLSA).
Al ser consultada por La Opinión al respecto, Solis aclaró que “todavía quedan dos meses más para seguir evaluando estas nuevas regulaciones, que consideramos son muy necesarias para los miles de jóvenes que trabajan en el campo y estamos en ese proceso ahora”.
El freno puesto a las modificaciones, se da luego que en octubre, 78 miembros del Congreso, además de grupos vinculados al sector agrícola, pidieran que se extendiera el análisis de las reformas por 60 días. Lo que desencadenó el primer retraso.
Luego en diciembre, 30 senadores demócratas y republicanos, solicitaron de plano, que Solis abandone el esfuerzo, a través de una carta enviada a DOL.
“Estamos preocupados respecto a cómo estos cambios pueda afectar programas educacionales de agricultura y la estructura de las familias en los campos […] la creencia de DOL respecto a alcanzar paridad entre las provisiones de trabajo infantil agrícolas y no agrícolas, es una interpretación equivocada de FLSA”, explicó la misiva.
“Pedimos que se abandonen los cambios hasta que DOL pueda respaldar que éstos, implicarán mejoras significativas a la seguridad de los jóvenes y al mismo tiempo, prevendrán los impactos económicos para los empleadores rurales”, agregaron.
Pero Solís no parece tener intenciones de retroceder. “Esto sigue siendo una prioridad para mí, pero lo que sí quiero pedirle a la gente, es que los que consideran que estas nuevas modificaciones son necesarias, hagan sentir sus voces y llamen a las oficinas de sus legisladores”, dijo a La Opinión.
Organizaciones como la Association of Farmworker Opportunity Programs (AFOP), han insistido en la urgencia de implementar las reformas. “En la industria cada vez se trabaja con químicos más fuertes y máquinas más grandes y peligrosas. Estamos seguros que Solís va a concretar las nuevas reglas, a pesar de la presión que está recibiendo”, dijo Normal Flores directora de la campaña “Niños en los campos” de AFOP.
Actualmente se establece una edad mínima de 18 años para el trabajo considerado peligroso en general y de 16 para el área agrícola. En la práctica, niños de 12 y 13 años pueden laborar con el consentimiento de sus padres.
Incluso, un menor de entre 10 y 11 consigue trabajar en el campo por no más de ocho semanas en el año.
Entre los cambios propuestos por DOL se detalló que los trabajadores agrícolas menores de 16 años no deben participar en el cultivo, la cosecha y el curado de tabaco. Asimismo, se prohibió la utilización de dispositivos electrónicos por parte de los jóvenes empleados en labores agrícolas y no agrícolas, inclusive los dispositivos de comunicación, durante la operación de equipos mecánicos.
También se propuso la creación de una nueva normativa para las ocupaciones peligrosas no agrícolas, que evitaría la contratación de menores de 18 años para el almacenamiento, la comercialización y el transporte de materias primas para productos. Los lugares de empleo prohibidos incluyen elevadores de grano, silos de granos, silos, corrales de engorde, corrales de ganado, intercambio de ganado y subastas de ganado.
Por último, se prohibiría a los trabajadores agrícolas menores de 16 años operar la mayoría de los equipos mecánicos. Actualmente se estima que cerca de 500 mil niños y adolescentes trabajan en los campos en Estados Unidos.