Exigencias de ‘Divos’ causan molestia en Viña
Las exigencias del mexicano Luis Miguel y el británico Morrissey para actuar en el Festival de Viña del Mar, en Chile, han causado molestia tanto en la organización como entre el público y se han convertido en la comidilla del certamen.

El astro boricua Marc Anthony fue la contraparte de los divos en Viña. Crédito: Cortesía
Viña del Mar/Chile/EFE – Las exigencias del mexicano Luis Miguel y el británico Morrissey para actuar en el Festival de Viña del Mar, en Chile, han causado molestia tanto en la organización como entre el público y se han convertido en la comidilla del certamen.
Tanto él como Morrissey han dado más que hablar por sus excentricidades que por su despliegue musical y han marcado el contrapunto con Marc Anthony, otra estrella de primera fila que el jueves demostró que sí se puede ser famoso, sencillo y caballero.
Si los requerimientos de Luis Miguel, entraban dentro de lo esperable, la actitud del británico ha terminado por caldear los ánimos y ha hecho poner en cuestión hasta qué punto se tiene que acceder a los designios de las estrellas.
Morrissey, que tenía que cerrar la jornada, exigió salir al escenario antes de la 1.00 del sábado tal como estipulaba su contrato y amenazó incluso con no cantar. Esto obligó a cancelar la competencia folclórica, lo que desató la molestia de los nueve miembros del jurado, que en bloque se retiraron del auditorio de la Quinta Vergara. “Mejor nos vamos”, dijo la española Rosana, que integra el equipo evaluador.
Morrissey exigió también que los presentadores no interrumpieran su espectáculo, como habitualmente hacen para entregar los premios concedidos por petición popular, y cuando terminó su concierto se retiró sin aceptar galardón alguno.
En otro capítulo de sus excentricidades, el artista pidió cubrir de toallas blancas el baño de su camarín, tal como mostró la misma televisión, y solicitó que no se sirviera nada de carne en los cócteles, puesto que él es vegetariano.
Pero en Viña del Mar, donde tampoco ofreció la rueda de prensa que los artistas suelen conceder antes de su concierto, Morrissey hizo recordar el lado menos amable de Luis Miguel.