Piernas sin várices
Los problemas de circulación sanguínea deben atenderse a tiempo, pues pueden complicarse al punto de poner en riesgo la vida.
La época de calor enmarca el ambiente ideal para que hombres y mujeres luzcan prendas ligeras y cortas que dejan al descubierto las piernas. Y aunque hay quienes le apuestan más a la comodidad que al hecho de preocuparse por si poseen unas extremidades de ensueño, el cuidado de éstas incluye procurar la salud y evitar que las famosas várices, que inician con la aparición de venitas azules o rojas, salgan a relucir.
Lo que conocemos popularmente como ‘arañitas’, merecen una atención especial pues se trata del inicio de un problema de circulación sanguínea, que de no atenderse a tiempo puede alcanzar niveles de complicación que pondrían en riesgo hasta la vida.
La doctora María Isabel Guevara, médica angióloga y especialista en cirugía vascular, explica que estas pequeñas marcas que aparecen comúnmente en las zonas de los tobillos, los muslos y la parte posterior de las rodillas, son el resultado de que las válvulas del interior de la vena no funcionan adecuadamente y producen un aumento en su presión que finalmente causa una circulación deficiente.
“El problema de las várices empieza de una forma muy discreta, pero que no se detecta a tiempo hasta que aparece la primera manifestación física que son las llamadas ‘arañitas’, que si no se atienden a tiempo, avanzan hasta transformarse en bolitas azules que sobresalen de la piel y que pueden llegar a extenderse como si tomaran la forma de serpiente”, dice la experta.
Si has experimentado cansancio, pesadez en las piernas, comezón, adormecimiento, dolor e hinchazón, es preciso que acudas al médico, sobre todo si a ello se aúna el hecho de que tengas una vida sedentaria, que pases largos periodos sentada o parada y si tienes lesiones osteoarticulares, como puede ser el pie plano, ya que es un condicionante que afecta la circulación.
Las várices no son un padecimiento que se limite a las mujeres y embarazadas, también afecta a hombres y aunque hay una clara prevalencia en personas de más de 30 años, la juventud no está libre de ellas, por eso las medidas de prevención son indispensables a cualquier edad, sobre todo cuando hay antecedentes familiares de esta enfermedad.
La especialista comenta que una vez que se presentaron y se han diagnosticado, se tienen que tratar con el fin de evitar se conviertan en un problema mayor, para esto ella comparte 7 sencillas y prácticas recomendaciones, además de recibir atención médica:
1. Evitar la vida sedentaria.
2. Mantener el peso ideal.
3. Ejercicio aeróbico de 30 minutos diarios, no de alto impacto, no correr, ni tampoco levantar pesas.
4. Practicar la natación.
5. Uso de medias elásticas de comprensión de acuerdo al grado de enfermedad.
6. Consumir alimentos ricos en Vitamina C, ya que fortalece la pared de la vena.
7. Humectar las piernas en el sentido de la circulación.
Si la actividad laboral implica tener que estar muchas horas de pie o sentada, una buena medida es hacer el ejercicio de ‘punta-talón’ con el fin de estimular la circulación, asimismo, subir por unos minutos las piernas a un banco o una silla ayudará a mejorar la irrigación sanguínea y por ende, que las piernas reciban el tan anhelado descanso.
La salud es la principal aliada de la belleza, no hay razón por la cual se deba renunciar a tener al descubierto esas lindas piernas de ensueño, para sentirse cómoda con la ropa y con su apariencia lo mejor es aprender a escuchar a nuestro cuerpo. Para finalizar la especialista afirma: “Si vemos una venita podemos pensar que es algo normal, pero el cuerpo ya dio una señal y avisa que hay un problema al que hay que darle solución”.
“Conocerte a ti mismo, esculpe tu carácter”.
Bojorge@teletón.org.mx