Pujols no es el único en problemas

No todo es eterno, todo puede cambiar... si no pregúntele a Robinson Canó

Albert Pujols no ha respondido, hasta ahora, a las expectativas de su nuevo equipo, los Angelinos de Los Angeles.

Albert Pujols no ha respondido, hasta ahora, a las expectativas de su nuevo equipo, los Angelinos de Los Angeles. Crédito: AP / Tony Gutierrez

NUEVA YORK/AP – El dominicano Albert Pujols estuvo de vuelta el viernes en el Rangers Ballpark, el escenario donde el pasado octubre protagonizó el momento cumbre de su carrera al conectar tres jonrones en el tercer juego de la Serie Mundial que eventualmente ganaron los Cardenales de San Luis, su equipo entonces.

¿Le ayudó en algo el viaje a Arlington para enfrentar a los Rangers? Negativo. Fue la historia de siempre para el dominicano en este 2012 que se ha convertido en una pesadilla interminable.

El viernes, se fue de 4-0 para dejar su promedio en .192 con un jonrón y 11 remolcadas en 32 juegos con los Angelinos de Los Angeles, la franquicia que desembolsó $240 millones por contar con su bate por 10 próximos años.

En cambio, en Atlanta, el hombre que fue adquirido por los Cardenales para tratar de suplir la producción de Pujols (10 campañas seguidas con por lo menos promedio de .300, 30 jonrones y 100 remolcadas) sacudía un par de cuadrangulares y traía cuatro carreras al plato. Ese era Carlos Beltrán, cuya cifras básicas (.307, 12, 31) opacan lo que está haciendo su antecesor.

Ya basta de hablar de Pujols, que el asunto parece un disco rayado. Un poco de tregua. Después de todo, no es el único bateador de fuste, con un gran contrato, que está atravesando días para el olvido.

Veamos a otros tres que también andan de capa caída, aunque quizás agradecidos de que toda la cobertura negativa se enfoque en las vicisitudes de un Pujols despistado en la caja de bateo.

José Bautista, Azulejos: en el segundo año de un contrato de cinco temporadas por $65 millones. El máximo jonronero de las mayores en las últimas dos campañas lleva cinco batazos de vuelta entera y ha recibido 22 bases por bolas. No está mal al compararse con lo que tiene Pujols. Pero al menos que tenga un importante repunte, un tercer año como líder jonrones se antoja bastante difícil para el jardinero dominicano, ya que Josh Hamilton ya lleva 17.

Pero hay otros números que son más inquietantes. Su promedio es de .186 y ha estado por debajo de .200 desde el 26 de abril. Bautista bateó para .302 el año pasado.

Su cuenta de embasado con slugging (OPS) trastabilla con .655, luego del 1.055 con el que se lució en el 2011.

El diagnóstico indica que Bautista le está bateando a muchos lanzamientos fuera de la zona de strike.

“Estoy tratando de tener buenos turnos. Lo que pasa es que no estoy viendo muchos pitcheos por el medio del plato. Veo strikes, pero son buenos pitcheos en las esquinas. Es duro sacar provecho así”, justificó.

José Reyes, Marlins: primer año del contrato por seis campañas y $106 millones. El campeón de bateo de la Liga Nacional en el 2011 tuvo promedio de .200 en abril. El primero en el orden ofensivo de Miami apenas consiguió un .220 de embasado. Acumula ocho robos, pero lo han sorprendido en cuatro intentos.

Sin embargo, el campocorto dominicano ha empezado a reaccionar en lo que va de mayo con promedio de .263 y un embasado de .378.

“Estoy algo mejor, pero no mucho, no como la forma que yo quisiera. Lo que me tiene mal es que tengo un juego en el que doy dos hits y al siguiente no hago nada”, indicó el ex jugador de los Mets.

Adrián González, Medias Rojas: segundo año de un contrato de siete temporadas por $154 millones. Pujols mataría por el promedio de .295 con 19 remolcadas que tiene el primera base mexicano. El problema radica en que juega en Boston, y el ambiente está enrarecido.

Se espera mucho más de González y no ayuda que hace poco se fue en blanco en ocho turnos en un juego de 17 innings que perdieron ante Baltimore, ponchándose con tres lanzamientos ante Chris Davis, el bateador designado de los Orioles que acabó como lanzador.

Lo que se espera son números altos en las estadísticas que reflejan poder. Su slugging, por ejemplo, está en .402, lo cual no está acorde con alguien que ha estado por encima de .500 en las anteriores seis campañas.

“Les prometo que cuando se acabe la temporada, el slugging estará sobre .500 y el embasado andará por .400. Así es todos los años”, manifestó González.

Pero hay algo que es cierto. Todo puede cambiar.

Fíjense en Robinson Canó. El segunda base de los Yankees de Nueva York arrancó mayo con promedio de .255. En sus últimos cinco juegos, sin embargo, se ha ido de 20-12, con ocho remolcadas, tres dobles y dos jonrones para subir su promedio a .308. Esa sí que es una producción de alguien que al iniciar la campaña se le señaló como candidato al Jugador Más Valioso.

“Soy el mismo, sin tratar de cambiar nada. Salgo, le hago swing a todo lo que sea strike”, dijo Canó.

Este es un excelente consejo para sus colegas.

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