‘Perro’ Angulo contra las cuerdas
El boxeador mexicano ha pasado cuatro meses detenido en un centro de inmigración
Contra las cuerdas. Literalmente acorralado y sin escapatoria posible.
Maneras de describir la situación personal, derivada de una equivocación en su manejo profesional, del boxeador mexicano Alfredo el “Perro” Angulo.
“Esto es una mezcla de impotencia, angustia y coraje”, señala Angulo, protagonista de una historia personal de caos interior con un escenario obvio y un desenlace impredecible.
Punto de partida: 18 de enero de 2012. Lugar: Los Ángeles. Dependencia: Oficinas de inmigración.
Alfredo Angulo, asesorado por sus abogados, se presenta en oficinas del Immmigration and Customs Enforcement (ICE) para gestionar los trámites regulares como inmigrante que viene a Estados Unidos a trabajar y está sujeto a unas normas de orden legal: para ajustar su estatus.
“Me dijeron que el primer paso para regularizar mi situacion era presentarme voluntariamente para iniciar un proceso que me permitiera trabajar en este país y vivir acá o en México”, dice Angulo, quien habla desde el reclusorio Centro California, cerca de Calexico.
El caso es que el boxeador tenía claro lo de su posible detención porque, tanto él como sus asesores jurídicos, sabían que tenía antecedentes y al menos una explicación pendiente con las autoridades migratorias.
Una vieja historia.
“Se venció la visa y me estuve más tiempo…, los anteriores mánagers y abogados no hicieron las cosas bien. Entonces yo empecé a hacerlo solo, por mi cuenta; me conseguí un abogado que me dijo que tenía que salir y en el 2010 me salí”, explica el peleador.
A todo esto el abogado Kelly O’reilly, quien lo representa desde que se inció esta etapa de su caso, tiene en claro una cosa: “Alfredo [Angulo] está pagando el precio por errores de otros abogados de inmigración. Fui abogado de inmigración y puedo identificar esa situación”.
Es claro que Angulo dependía demasiado de otros en esta gestiones.
¿Cómo venías antes a trabajar?
“Mis abogados y mánagers se encargaban de eso. Yo les creía, pero no lo hicieron correctamente y ahora eso me perjudica”, enfatiza.
Por entonces Angulo, considerado uno de los mejores nuevos valores en las 154 libras, estaba bajo la tutela de Gary Shaw y Mike Criscio, pero los primeros rumores que destapaban una realidad se dieron cuando se habló con Top Rank para una eventual pelea ante Miguel Cotto, proyecto que se abortó al conocerse que había impedimentos de orden legal para el mexicano.
¿Qué es lo que debe, de qué se le acusa para estar arrestado?
“No puedo decirle porque es reserva sumarial. No puedo darle esa información porque es confidencial. Pero le digo que estamos a punto de completar el caso y Angulo va a tener permiso para vivir y trabajar en EEUU”, asegura el abogado O’Reilly .
Es un tema corriente que muchos boxeadores mexicanos vienen a trabajar a EEUU y no pasa nada de esto: Algo harían mal para que esto le pasara a usted…
“Seguro. Yo les creía hasta que vi que esto no avanzaba y yo estaba estancado con mi carrera”, señala el boxeador mexicano.
Angulo, quien representó a México en los Juegos Olímpicos de Atenas, medallista en los Juegos Panamericanos y Centroamericanos, y con récord de 19-1 y 16 KO’s, empezó luego a sonar como posible rival de los ascendentes “Canelo” Álvarez y Julio César Chávez Jr., pero de nuevo el proyecto se cayó y el boxeador entendió que debería darle un giro a su carrera.
“A raíz de esto me desvinculé de Gary Shaw y Mike Criscio. Yo contaba con la asesoría y la buena fe de ellos, pero estaba equivocado. Y yo soy el que está pagando el precio”.
A partir de entonces, agosto de 2011, firmó con Golden Boy Promotions, que veía en el recio peleador a un campeón mundial en el corto plazo.
Ya bajo la órbita de GBP peleó en Cancún, México, el 5 de noviembre ante James “Mandingo” Kirkland en un combate espectacular en el que Angulo tiró a su rival en el primer asalto, pero no pudo rematarlo y luego él mismo fue a la lona.
En el sexto asalto Kirkland ganó por nocaut en que llegaría a ser la segunda derrota de Angulo (19-2 y 16 KO’s).
“No es disculpa pero llegué a esa pelea con la cabeza puesta en mi sobrino [hijo de su hermana], quien estaba secuestrado”, añade.
Establecido en una categoría [superwelter] en la que se corren las mejores peleas y las grandes bolsas, el nativo de Mexicali decidió enfrentar esa nueva realidad y para ello dio un timonazo a su situación legal.
Así fue como apareció el 18 de enero en el ICE de California donde quedó bajo arresto, ya con la asesoría del abogado O’reilly.
¿Por qué se ha llegado a esto tan complicado?
“La situación es muy complicada por la manera como lo está haciendo inmigración. Esa situación es porque las leyes son muy complicadas”.
Para el abogado O’reilly, quien encabeza el equipo que representa al boxeador, todo luce irregular por el trato que le están dando al pugilista.
“Angulo es una persona de bien. Es un hombre que ha representado la bandera de su país. Un héroe nacional”, afirma el jurisconsulto.
¿No es mucho tiempo cuatro meses de detención?
“Es normal y puede no ser normal. Para ciertas personas es normal estar detenido mucho tiempo por lo que hayan hecho”.
“Pero no es normal en el caso de Angulo. Un hombre de buen carácter y un hombre de bien. Él ha estado detenido por 4 meses por injusticias de los trabajadores de inmigración que lo tratan diferente; han sido injustos, pero le hacen todo difícil, y yo digo eso en esta grabación”.
El subfondo de la situación de apariencia corriente es, sin embargo, el tratamiento que recibe el boxeador en su enclaustramiento.
“Ya tengo cuatro meses aquí. No creo que sea lógico retener a alguien cuatro meses por un tema de inmigración, pero aquí estoy por voluntad, por un administrador que me tiene aquí retenido y que no acata las normas. Hemos hecho todo legalmente, pero el señor [Williams] me mantiene aquí, sin ninguna razón, porque él quiere”.
Algo en lo que coincide el abogado Kelly O’reilly.
¿Por qué no fue, o no es posible, conseguir fianza?
“Es una observación muy obvia. En mi opinión estamos peleando con unos tipos omnipotentes en esta situación. Una persona específica, a los tres días de llegar Angulo dijo, delante de mi abogado socio, que Angulo no saldría de allí jamás con fianza, mientras él estuviera allí. Eso es lo que estamos peleando. Esa gente allí está contra él; lo han tratado diferente”.
Aferrado al texto de leyes que no conoce y sin un lugar para mantener su condición física, “Perro” Angulo ve pasar sus días padeciendo largas horas de incertidumbre.
“Hay un patio grande donde puedo correr y hacer ejercicios pero nada más. Tampoco la alimentación es la que debe tener un deportista profesional”, se queja, mientras asegura que ha podido proteger a su familia y reconoce que Óscar de la Hoya, quien lo visita, le ha garantizado todo su respaldo para superar este mal asalto en una pelea que hasta ahora no sabe cómo la va a ganar, pero está seguro que no la puede perder.
Por ahora le queda pensar que lo peor de todo ya pasó y echa mano de mucha paciencia para esperar lo que queda.
“Deben ser otros noventa días para terminar este caso”, afirma confiado el abogado Kelly O’reilly.