Peña se declara culpable de otros cuatro cargos
El expolicía violó a punta de pistola a una maestra en el barrio neoyorquino de Inwood
Nueva York – El expolicía Michael Peña, condenado en mayo a entre 75 años de cárcel y cadena perpetua por una agresión sexual en Nueva York el verano pasado, se declaró hoy culpable de los otros cuatro cargos que pesaban en su contra.
Así lo confirmó hoy la Fiscalía de Manhattan, que precisó que Peña, de 28 años, se declaró culpable ante el juez de la Corte Suprema Richard Carruthers para cerrar el caso por violar a punta de pistola a una maestra en el neoyorquino barrio de Inwood.
“Michael Peña ha aceptado su responsabilidad por sus acciones violentas criminales y ahora pasará el resto de su vida entre rejas”, afirmó el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, en un comunicado de prensa.
El expolicía, que ya fue sentenciado en mayo por el juez por seis delitos, no sumará más tiempo en prisión por estos cuatro cargos adicionales porque la anterior sentencia ya suponía una cadena perpetua, según detalló a Efe un portavoz de la oficina del fiscal.
Después de varias semanas de deliberaciones, un jurado popular declaró culpable a Peña de seis de los cargos en mayo pasado, pero sus miembros no fueron entonces capaces de ponerse de acuerdo sobre los otros cuatro cargos.
“Esta declaración de culpabilidad evitará a la víctima tener que volver a testificar sobre el crimen cometido en su contra y espero que ahora traiga un poco de paz a esta valiente profesora”, añadió el fiscal Da Vance.
El expolicía, suspendido de empleo y sueldo cuando fue hallado culpable de esos delitos y en prisión desde su detención el mismo día del incidente al no poder pagar una fianza de medio millón de dólares, estaba fuera de servicio cuando ocurrió el ataque.
Según trascendió cuando fue acusado, el policía convicto agredió sexualmente a una profesora de 25 años detrás de un edificio en el vecindario de Inwood, en Manhattan, donde la llevó mientras la amenazaba con un arma de fuego.
Un vecino del lugar que se percató de lo que ocurría llamó a la Policía, que encontró a Peña con los pantalones bajados y su arma de reglamento cerca de él. Su carné e insignia estaban en el bolsillo del pantalón.