¿Si te encuentras $10,000 qué harías?
Dos indigentes devuelven una “fortuna” que se consiguieron en una calle en Brasil
Río de Janeiro – Dos indigentes que viven en la calle en Sao Paulo entregaron a la Policía una bolsa con cerca de 20,000 reales (unos $10,000) que encontraron abandonada en una avenida en la mayor ciudad brasileña, informó hoy la Policía.
La pareja, que vive junta hace cerca de cuatro meses debajo de un puente en la zona este de la ciudad y se sostiene con la venta de basura reciclable, le pidió a un vigilante que llamara a la Policía en la madrugada de ayer para denunciar el hallazgo y entregar la “fortuna”.
Los indigentes relataron que estaban durmiendo cuando escucharon una alarma, al parecer de un local comercial, y fueron a observar lo que ocurría.
En el camino encontraron la bolsa con el dinero abandonada en un local próximo a un paradero de autobuses en la avenida Radial Leste, importante vía en la zona este de Sao Paulo.
Rejaniel Silva Santos, de 36 años y que gana cerca de 15 reales (unos $7.5) diarios con el reciclaje de basura, dijo que lo primero que pensó cuando vio todo el dinero fue en avisar a la Policía.
El indigente aseguró que lo único que espera es que su madre, que vive en el estado de Maranhao (norte), lo vea en la televisión.
“Mi madre me enseñó que no debo robar y que avise a la Policía si veo a alguien haciéndolo. Si ella me ve por televisión allá en Maranhao va a saber que su hijo aún es una de las personas honestas de este mundo”, afirmó.
Según la Policía, además del dinero, en la bolsa fueron encontrados cheques y recibos que permitieron identificar que se trataba del dinero hurtado la semana pasada de un restaurante de comida japonesa próximo.
Santos relató que llegó a Sao Paulo hace cerca de 16 años procedente de Maranhao para trabajar en la construcción civil y que decidió vivir en la calle tras haber perdido el empleo y separarse de su entonces esposa, con la que tuvo un hijo que nunca volvió a ver.
El indigente conoció en la calle a su actual mujer, Sandra Reina Domingues, con la que vive hace unos cuatro meses.
Los policías que acudieron a la llamada de los indigentes dijeron que nunca habían atendido un caso similar y admitieron que quedaron perplejos cuando el indigente les mostró el dinero y les explicó la situación.