Tratarán a un niño mexicano con tumor
Autoridades de EEUU lo trajeron desde Juárez hasta Nuevo Mexico
ALBUQUERQUE, Nuevo México (AP).- Un niño de 9 años con un enorme tumor en el hombro fue llevado en un vehículo blindado de las autoridades estadounidenses, desde un peligroso barrio en México al otro lado de la frontera, donde recibirá tratamiento.
El niño y sus padres fueron llevados el jueves de un barrio lleno de pandillas en Ciudad Juárez, una de las urbes más peligrosas del mundo, después de que integrantes de la Iglesia Bautista de Nuevo México lo vieron cerca de un orfanato y buscaron ayuda.
Los padres del niño, identificado por las autoridades únicamente como José para proteger a su familia, dijeron que el tumor en su hombro y cuello ha crecido tanto que le afecta la visión y podría avanzar hacia su corazón.
Sin dinero para recibir atención médica, la familia buscó tratamiento en Juárez y El Paso, pero no recibió ninguna ayuda para retirar el tumor que lo ha afectado desde su nacimiento.
Si Budagher, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Río Rancho, Nuevo México, dijo que unos integrantes de la iglesia vieron al niño cuando hacían trabajos de sus misiones y se sintieron obligados a ayudarlo.
“Se acercó a nosotros y se ofreció para llevar nuestras bolsas de compras”, dijo Budagher. “El Señor lo puso frente a nosotros”.
Hace poco los integrantes de la iglesia retomaron su trabajo como misioneros en la ciudad fronteriza, después de suspender sus visitas por la violencia mortal entre los cárteles de las drogas, que ha cobrado miles de vidas en Juárez.
Denise Gutiérrez, coordinadora de asistencia a víctimas para las Investigaciones de Seguridad Nacional, dijo que igualmente sintió la necesidad de ayudar a José tan pronto vio sus fotografías.
“Me negué a creer que no se pudiera hacer nada por este chico”, dijo.
Gutiérrez agregó que el chico y sus padres recibieron una visa humanitaria por 45 días para el tratamiento en Nuevo México y que varias agencias del Gobierno estadounidense comenzaron a trabajar para que ingresaran a Estados Unidos. La Patrulla Fronteriza les ayudó a entrar al país.
El viernes cuando le preguntaron sobre su recorrido en el vehículo blindado de la patrulla, los ojos de José se abrieron y se cubrió la cara con las manos antes de decir “me gusta estar aquí”, dijo.
Budagher dijo que la iglesia creó un fondo para donaciones privadas y está ayudando a cubrir el costo de la estancia de la familia en Estados Unidos. La iglesia también busca a médicos para que examinen a José.
Todavía no está claro qué tratamiento se necesitará o si deberá regresar para consultas de seguimiento.
“Estamos tratando de mantenernos positivos y creemos que sí podemos hacer algo por este niño y su familia”, dijo Kevin Abar, agente especial adjunto de Investigaciones de Seguridad Nacional en Nuevo México.
José dijo que no está seguro de lo que hará cuando le retiren el tumor.
“Jugar fútbol”, dijo “A lo mejor andar en bicicleta”.