¿Es mejor hacer ejercicio sin música?
Algunos psicólogos han estudiado la influencia positiva de la música en varios atletas profesionales, tras un debate sobre si en las carreras se debía prohibir el uso de dispositivos electrónicos ¿Es mejor hacer ejercicio sin música?
Algunos especialistas señalan que ser consciente de nuestro alrededor mientras hacemos ejercicio es una parte fundamental en el deporte, es parte del trabajo mental que hacemos entre nuestro cuerpo y el exterior.
Los investigadores aseguraron que los efectos positivos de la música pueden ayudar al atleta, profesional o no, a sentirse más cómodo y positivo. Estos efectos, aducían, son los mismos que siente cualquier persona al escuchar música, cuando libera endorfinas, unas hormonas que colaboran en nuestro bienestar, además de provocarnos más alegría. Los psicólogos calcularon que la música puede reducir en más de un 10% la sensación de dificultad a la hora de ejercitar el cuerpo y que definitivamente puede bloquear que algunos estímulos internos relacionados con la fatiga lleguen al cerebro y, por ejemplo, hagan que el atleta se pare o le transmitan una sensación de mayor cansancio.
En cambio, concentrarse en el sonido de la música también conlleva una desconexión de uno mismo y aunque eso pueda ser positivo si uno está constantemente atado a pensamientos negativos, lo cierto es que una manera de desconectar de estos es, precisamente, los sonidos que el cuerpo genera al correr: los pasos y la respiración pueden ser buenos estímulos para la mente al transmitirle el esfuerzo que está haciendo. Además, algunos investigadores han asegurado que habituarse a escuchar música mientras se corre puede crear una dependencia negativa para el deportista, porque se olvida qué es lo que está motivando el ejercicio, como el sentimiento de energía que genera el propio cuerpo. Por otro lado, en algunos casos puede ser peligroso, al igual que llevar auriculares mientras se anda en bicicleta o en moto, puesto que uno no oye los ruidos que hay a su alrededor.
No obstante, en esta elección también influye la propia personalidad del atleta y precisamente los profesionales son los que ponen de manifiesto la importancia de no requerir estímulos externos mientras puedan tener la tensión muscular, el sonido de la respiración y el pulso del corazón. En cambio, aquellas personas que necesitan la música pueden ver el deporte como una actividad aburrida y buscan la motivación en otra parte o bien no ven el hecho de correr como un ejercicio que les lleve a un determinado fin, sino algo que hacen sin presión. Para estos últimos, la música es un acompañante que les conecta con aquellos pensamientos que ellos eligen o les marca el ritmo de la carrera, aunque de ser así hay que ser cauteloso a la hora de elegir la música, ya que es mejor no ir cambiando el ritmo del ejercicio con cada canción, por lo que tener una lista preparada de canciones con ritmos similares puede ser muy útil.