No supervisan bien farmacias
California es uno de los estados con los mejores registros en esta industria
WASHINGTON, D. C. Más vigilancia y reformas al sistema. Eso es lo que exige un nuevo reporte presentado ayer por congresistas, que puso en evidencia las fallas a nivel estatal en la supervisión de farmacias de preparados magistrales.
El brote de meningitis causado por los esteroides inyectables contaminados, manufacturados por New England Compounding Center (NECC), mató a 25 personas y ha enfermado a 344 en 18 estados.
Una tragedia, que despertó los llamados a reformas, por parte de congresistas demócratas en la Cámara de Representantes. Un nuevo informe desarrollado por la oficina de Ed Markey (D-MA) mostró que desde 2001, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) ha tratado de frenar las actividades de docenas de farmacias, a través de la emisión de cartas de advertencia. Los registros de la agencia, detallaron incidentes médicos adversos y prácticas problemáticas en al menos 34 estados.
“La tragedia de NECC ha mostrado claramente la punta del iceberg respecto a la necesidad de reformar este sector y de más vigilancia federal. Esta tragedia demanda una respuesta fuerte del Congreso, autoridades estatales y federales”, declaró Markey, miembro del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes.
El nuevo reporte examinó todas las acciones tomadas por la FDA en los 50 estados, Puerto Rico y Washington, D.C. en relación con el control de las farmacias de preparados magistrales.
La FDA documentó 23 muertes y al menos 86 casos de enfermedades serias, asociadas con estas prácticas, en los últimos 11 años.
“Estas cifras son conservadoras, dado que en muchos casos, los documentos hablaban de eventos adversos pero no especificaban su tipo o cantidad. En otros casos, las cartas de alerta pueden haber sido emitidas antes de evaluar por completo, los efectos para la salud de una violación en particular”, indicó el reporte.
Entre las transgresiones anteriores identificadas por la FDA, figuraron vender copias de drogas comercialmente disponibles; ofrecer remedios hechos con ingredientes que no fueron aprobados por la FDA o sustancias incautadas por razones de seguridad o efectividad; violaciones de salubridad y venta de drogas sin prescripción.
“Los esfuerzos de investigación de las juntas de farmacias estatales, no demostraron un rol consistente por parte de los reguladores, en sus esfuerzos para verificar la seguridad de las drogas”, especificó el reporte.