“Quiero un date night diferente. ¿Qué puedo hacer?”
Si estás en pareja y quieres sorprender a tu amor con una cita diferente, o si vas a salir con ese chico que tanto te entusiasma, pon un toque original.
Puede que estés soltera y que lo que quieras sea impresionar al chico que te tiene loca con una cita distinta. También puede que estés en pareja y este Día de San Valentín quieras salir de la rutina sin caer en el clásico, básico y sencillo “comamos afuera”. ¡Basta de las típicas cenas en restaurantes o películas en el cine! Invitemos a nuestro galán a un date night diferente.
La idea del fancy restaurante con velas sin dudas puede ser romántica, pero es también muy estructurada. No da lugar a la espontaneidad, a mostrarse tal cual somos. Por eso, si queremos hacer algo realmente especial tenemos que pensar en otra cosa; opciones hay varias:
Caminar
A veces lo que buscamos está en lo más simple, o ¿a quién de nosotras no nos apasiona la idea de caminar bajo la luz de la luna con nuestro hombre? La imagen es perfecta: tomados de la mano, recorremos el parque que más nos gusta mientras conversamos con nuestra cita y los silencios son inundados por el maravilloso sonido de la noche. Suena bien, ¿no?
Comer en el piso
Ahora que el clima no se presta demasiado para hacer un picnic afuera, ¿por qué no hacerlo adentro? Descalcémosnos, extendamos un cobertor sobre el piso, escuchemos música suave y abramos un vino.
Eso sí, ten cuidado si consideras esta idea para la primera cita: si lo invitas a cenar a tu casa él puede asumir que también lo estás invitando a pasar la noche. Plantéatelo.
Compartir algún hobby
Es una buena idea para que te conozca y hasta podrían encontrar que tienen un hobby en común. ¿Pintar? ¿Cocinar? ¿Practicar algún deporte o tocar un instrumento? Mostrarse como uno es, abrirse al otro mostrándole eso que nos apasiona y nos divierte hacer sería un date night que ninguno de los dos olvidará.
¿Plan clásico?
Si de todas maneras eres de las que prefieren lo seguro y entonces optas por ir a un restaurante, también puedes cambiar un poco el plan haciéndolo único. ¿Cómo? Una idea es ir a un lugar al que ibas de pequeña (lo que te dará un puntapié para que hablen de sus infancias, de sus vidas); otra opción es ir a donde ninguno de los dos haya ido nunca y otra es optar por un restaurante localizado, al menos, a una hora de distancia.
Esta tercera opción te ofrece la oportunidad de poder viajar en el auto con él, con toda la gama de cosas que pueden hacer en el trayecto. Eso lo dejamos a tu imaginación. Recuerda que sin importar lo que planees, lo importante es que te relajes y disfrutes del momento.
Disfruta y sé tu misma: esa es la ecuación perfecta que elimina errores y garantizará una velada de lujo.