Muy frágil el cese al fuego
Tras una semana de combates Hamás e Israel alcanzan un acuerdo común
EL CAIRO, Egipto. Mohamed Kamel Amr, ministro egipcio de exteriores y Hillary Clinton anunciaron el acuerdo entre israelíes y palestinos y dieron detalles de la tregua alcanzada tras ocho días de violencia.
Sin embargo, las próximas horas serán decisivas para determinar si las partes cumplen el compromiso de alto el fuego.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expresó en una conferencia de prensa su satisfacción y agradecimiento a los mediadores, pero también su cautela. “Sé que hay ciudadanos que esperan una acción militar más severa y puede que la necesitemos”, dijo durante su intervención en alusión a una eventual ruptura del pacto. El Ejecutivo israelí ha llamado en los últimos días a filas a 70,000 reservistas, a la espera de una orden de entrar en la franja por tierra. Jaled Meshal, líder de Hamás en el exilio consideró sin embargo un éxito rotundo un acuerdo que dijo “ha conseguido todas nuestras demandas”.
Al menos 154 palestinos y cinco israelíes han muerto en esta nueva espiral de violencia desencadenada tras el asesinato selectivo de Ahmed Yabari, jefe militar de Hamás hace una semana. El miércoles fue un día especialmente intenso de bombardeos sobre Gaza.
La secretaria de Estado Hillary Clinton, fue junto a su homólogo egipcio la encargada de anunciar el acuerdo que incluye dos fases. Una primera, que comenzó la noche de este miércoles en la que las partes se comprometen en esencia, a no disparar. Israel a no atacar “por tierra, mar y aire, incluidos los ataques a individuos”. Y todas las facciones palestinas se comprometen a “poner fin a las hostilidades, incluido el lanzamiento de cohetes y los ataques fronterizos”.
A esta primera fase inicial, le seigue una segunda que en principio se negociará a partir de las 24 horas de la puesta en marcha del acuerdo y que debe dar paso a la tregua permanente. Se trata de dar cumplimiento a las principales exigencias de las partes. Israel quiere que vuelva la calma al sur y en general a todo el país y quiere además garantías de que no entrará armamento a Gaza a través de la frontera sur de la Franja. Hamás exige a cambio el alivio del bloqueo israelí, que impide la entrada y salida de personas y mercancías de Gaza desde hace más de cinco años.
El anuncio se hizo horas después de que una bomba estalló a bordo de un autobús cerca del cuartel general militar de Israel en Tel Aviv, hiriendo a 27 personas. Se temía que el ataque complicara las gestiones diplomáticas para lograr una tregua entre Israel y los combatientes palestinos de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás.
Horas después de la explosión, Clinton llegó a El Cairo para hablar con el presidente Morsi, quien ya actuaba como mediador entre Israel y Hamás.
La bomba, que calcinó el autobús y destruyó todas sus ventanillas, fue el primer ataque explosivo en Tel Aviv desde 2006.
Al parecer, el ataque buscaba sembrar el temor entre los israelíes sobre una posible vuelta de la violencia palestina como la que se vivió en la última década y que mató a más de 1,000 israelíes en atentados dinamiteros y tiroteos y que causó además la muerte de más de 5,000 palestinos. Hamás ha realizado decenas de ataques suicidas que han matado a cientos de israelíes.
El ataque contra el autobús de Tel Aviv ocurrió al mediodía en una de las carreteras más concurridas de la ciudad costera, cerca del Museo de Tel Aviv, el juzgado y frente a la sede de la defensa nacional de Israel. Aunque Hamas no se responsabilizó del ataque, lo ensalzó.
“Lo consideramos una respuesta natural a los crímenes de la ocupación y las matanzas de civiles en curso en la Franja de Gaza”, dijo el vocero de Hamás Fawzi Barhoum a The Associated Press.
Bassem Ezbidi, un analista político de Cisjordania, opinó que era poco probable que Hamás haya organizado el ataque, pues se arriesgaría a perder el apoyo internacional que ha recibido en los últimos días.
“Si Hamás quiere atacar a civiles, lo haría disparando cohetes, no atacando autobuses porque esos ataques dejaron un mal recuerdo en la mente de la gente. Hamás no necesita esto ahora”, agregó.
Un pequeño grupo miliciano, el Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General, se atribuyó la responsabilidad de la bomba contra el autobús, pero no ofreció ninguna prueba que la respalde. El grupo, con sede en Damasco, tiene pocos seguidores en Cisjordania y sucede a menudo que grupos palestinos se adjudiquen ataques que no organizaron.
El atentado en Tel Aviv ocurrió tras una noche de más de 30 bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza, que alcanzaron edificios gubernamentales, ministerios, túneles de contrabando, y una oficina de prensa ligada a Hamás.
Unos 10,000 palestinos buscaron refugio en escuelas administradas por la ONU, después que aeronaves de Israel lanzaron panfletos en los que instaron a los residentes a abandonar sus hogares en algunas zonas de Gaza para evitar los ataques aéreos, dijo Adnan Abu Hassna, portavoz de la Agencia de Socorro de la ONU.