El ‘abismo’ fiscal sería devastador para latinos
Los recortes federales afectarían servicios, vivienda y educación
WASHINGTON, D.C.— Es tiempo de negociar en Washington, pero ninguna de las partes quiere ceder. El plazo se acerca. Menos de cuatro semanas, separan al país de otro desastre en el presupuesto fiscal, donde comunidades como la hispana serán las más afectadas.
En juego están aumentos de impuestos y recortes a gran escala en sectores claves operados con fondos federales. Todo, con el 1 de enero de 2013, como fecha límite. El Presidente Barack Obama y el liderazgo de ambas cámaras en el Congreso, han negociado a puerta cerrada desde la elección, pero no se han logrado avances concretos.
“Tenemos el potencial de llegar a un acuerdo”, dijo el Presidente en una entrevista realizada ayer. “Pero tiene que ser un plan balanceado”, agregó, que incluya recortes en el presupuesto, pero también aumentos en contribuciones para quienes perciben más de 250,000 dólares anuales.
Organizaciones como el Centro de Políticas Tributarias calculan que si no se alcanza un plan consensuado, prácticamente todos los sectores de la sociedad tienen algo que perder. En el caso de una persona desempleada, con un ingreso de 10,000 dólares, sus impuestos subirán un 55.2%, es decir 159 dólares más.
Para estudiantes universitarios, con salarios entre 10,000 y 20,000 dólares, el aumento podría marcar un 37.9% por sobre sus impuestos, lo que implica 308 dólares más. Mientras, para una pareja con un sueldo de entre 20,000 y 30,000, la suma llegaría a 1,423 dólares, o un 9.8% más.
Organizaciones como el Consejo Nacional de la Raza (NCLR) insisten en que el efecto del precipicio fiscal en los hispanos será devastador. Por ejemplo, 96,000 niños dejarían de tener acceso al programa Head Start, entre ellos, 34,000 latinos.
Además 1.8 millones de infantes no contarían con apoyo en matemáticas y ciencia, en secundarias de bajos ingresos, donde asisten 37% de los jóvenes hispanos.
En cuanto a vivienda, 185,000 hogares perderían la ayuda federal para arriendos. Un 15% de los beneficiarios de este programa son latinos. 21 millones de familias perderían el crédito tributario por hijos. Un tercio de los hogares hispanos califican para esta garantía.
“Si no son capaces de llegar a un acuerdo y caemos en el abismo fiscal en 2013 por un largo tiempo, podemos volver a la recesión económica. El desempleo se elevaría a 9% a nivel nacional en los primeros seis meses”, explicó Leticia Miranda, analista en Política de Seguridad Económica de NCLR.
“California es el estado más grande del país y recibe mucha ayuda del gobierno. Si los recortes automáticos siguen su curso, California absorberá un duro golpe. Será devastador”, agregó.
Según las estimaciones de NCLR, en el estado, 11,902 niños dejarán Head Start, 113,574 estudiantes no tendrán asistencia para aprender inglés y 58,908 trabajadores dejarían de recibir entrenamiento para adquirir nuevas herramientas que los hagan más competitivos en el mercado laboral.
La directora del Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, insistió en que se debe alcanzar un acuerdo balanceado. “La mayoría de nosotros está en la categoría de quienes ganan menos de 250,000 dólares al año. Este grupo verá sus impuestos subir en un promedio de 2,000 dólares. Para nuestra familias es una gran cantidad de dinero. Son dos pagos de hipotecas, ahorros para la universidad”.
Actualmente existen dos propuestas sobre la mesa. El Presidente delineó un plan que se traduce en un aumento de impuestos cercano a 1.6 billones de dólares en los próximos 10 años, 50.000 millones en gasto nuevo y la anulación del control que posee el Congreso sobre el aumento en la deuda nacional.
Por otro lado, el plan republicano propone incrementar los impuestos en 800,000 millones durante la próxima década, pero mantendría los recortes fiscales de la era Bush, incluidos los que se le dan a los estadounidenses más ricos.
“La propuesta republicana baja los impuestos para quienes están en la cima de ingresos y le pasa la cuenta a la clase media […] No tiene muchos detalles en cuanto a qué deducciones y lagunas tributarias eliminarán, qué ahorros en Medicare lograrán”, aseguró Muñoz.
Ninguna de las dos propuestas ha sido bienvenida por el bando contrario, cuando en Washington se cuestiona la seriedad con que demócratas y republicanos abordan la negociación. Sólo es cuestión de tiempo, para saber si las elecciones dejaron una huella concreta en los oídos de los políticos.