Desaparece tras 12 años la Secretaría de Seguridad Pública de México
La Secretaría de Seguridad Pública de México, uno de los pilares de la política del anterior Gobierno en contra del crimen organizado, dejó de existir hoy al entrar en vigor una reforma a la administración pública promovida por el presidente Enrique Peña Nieto.
México.- La reforma, aprobada por el Congreso el pasado 13 de diciembre, le da mayores atribuciones a la Secretaría de Gobernación, que recupera las funciones de seguridad pública que en el año 2000 le fueron asignadas a la Secretaría de Seguridad Pública, creada específicamente para esa misión y que hoy desaparece.
Gobernación asume así el mando de la Policía Federal, integrada por 36,500 agentes.
De acuerdo con el decreto publicado la víspera por el Diario Oficial (órgano del Gobierno de México), la dependencia será responsable de “formular y ejecutar las políticas, programas y acciones tendientes a garantizar la seguridad pública de la Nación y de sus habitantes”.
Asimismo, deberá proponer acciones para asegurar la coordinación entre la Federación, el Distrito Federal, los estados y los municipios en el ámbito del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
México tiene un complejo entramado de policías federales, judiciales, estatales y municipales, al que se han sumado en los últimos años la Marina y el Ejército en labores de seguridad.
Dos semanas antes de asumir la Presidencia el pasado 1 de diciembre, Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), anunció que la Secretaría de Gobernación será la “rectora del sistema nacional de seguridad pública” y también se dedicará a la prevención del delito, la administración de las prisiones y la vigilancia fronteriza.
Durante sus 12 años de existencia desde la llegada al poder del Partido Acción Nacional (PAN) en 2000 después de siete décadas de Gobiernos del PRI, la Secretaría de Seguridad Pública logró la captura de numerosos líderes de organizaciones criminales, especialmente durante la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012).
Sin embargo, también se vio envuelta en hechos polémicos, como la agresión a dos funcionaros de la embajada de Estados Unidos y un capitán de la Marina de México el 24 de agosto pasado por parte de agentes de la Policía Federal.
Poco después de asumir la Presidencia, Peña Nieto prometió “una auténtica política de Estado” en materia de seguridad que arroje resultados, después de que en el sexenio pasado las “ejecuciones” (asesinatos vinculados al crimen organizado) se convirtieran en la segunda causa de muerte en México. Y declaró que violencia llama a más vioencia
Anunció también la creación de una Gendarmería Nacional con 10,000 miembros en una primera etapa, si bien señaló que las Fuerzas Armadas que Calderón sacó a la calle para luchar contra el crimen organizado continuarán en esas labores mientras concluye el proceso de consolidación o reestructuración total de las policías estatales.
“No habrá improvisación”, prometió el mandatario, quien anunció la creación de un sistema de coordinación y cooperación, dirigido por la Secretaría de Gobernación, en el que habrá “responsabilidades y competencias claras en los tres órdenes de Gobierno”.