Lucha contra el Alzheimer
Un marcapasos cerebral servirá para postergar el avance del mal
WASHINGTON, D. C. (AP). Parece una trama de una película de ciencia ficción: sacudir el cerebro humano con pequeñas descargas eléctricas para postergar el avance del mal de Alzheimer.
Y no es una tarea sencilla. Se perforan agujeros en el cráneo del paciente para introducir electrodos en el lugar adecuado.
Un cambio espectacular ha surgido en la decepcionante lucha para encontrar un medio que frene esta epidemia: el primer experimento estadounidense con “marcapasos cerebral” contra el Alzheimer. Los científicos han puesto su esperanza más allá de los fármacos recurriendo a los implantes que faciliten nuevos tratamientos.
La investigación se encuentra en etapa primaria. Solamente unas pocas decenas de personas que tienen Alzheimer en su proceso inicial recibirán un implante en unos pocos hospitales. Nadie sabe si producirán efectos positivos ni, en caso de que así sea, cuánto durarán.
Kathy Sanford figuró entre las primeras en inscribirse. La residente de Ohio, en las primeras fases del Alzheimer, se estaba deteriorando gradualmente. Seguía viviendo sola, colocando avisos para ella, pero no podía ya trabajar. Los medicamentos habituales ya no servían.
Los médicos de la Universidad de Ohio le dieron un rayo de esperanza: un estímulo eléctrico constante en el cerebro podría reforzar los circuitos cerebrales de la memoria y el raciocinio, y con ello prolongar su utilidad, soslayando especialmente algunas fases de la demencia.
Sanford decidió que merecía la pena arriesgarse.
“El motivo por el cual lo hago es a veces muy difícil de recordar”, dijo Sanford, de 57 años, en su casa de Lancaster, Ohio.