‘Policía caníbal’ sabía hasta el peso de sus víctimas
Gilberto Valle accesó a bases de datos estatales y nacionales obteniendo información de las mujeres
Manhattan — El hombre acusado de conspirar para secuestrar, torturar y comer a cientos de mujeres se aprovechó de su uniforme para acceder a bases de datos estatales y nacionales obteniendo información de sus víctimas, según dijo este miércoles un especialista.
Gilberto Valle, 28 años, policía neoyorquino, utilizó la computadora de su vehículo oficial y la de mano para acceder a los registros del Departamento de Vehículos de Motor (DMV) y el Centro Nacional de Información sobre el Crimen (NCCI) obteniendo información de sus víctimas: desde su domicilio hasta su altura, peso… y si tenían antecedentes criminales o eran buscadas.
La información fue facilitada por Jonathan Waters, jefe de operaciones de la compañía que provee computadoras y analiza e implementan sistemas de seguimiento de su uso a múltiples fuerzas del orden —como el FBI, NYPD y otras instituciones estatales y nacionales.
Gracias a ese seguimiento, se sabe las transacciones que hizo Valle, el día, la hora y los datos que solicitó y obtuvo de cada una de las mujeres de su listado.
Posteriormente, subió al estrado de los testigos el agente especial del FBI Corey Walsh que comenzó el martes su testimonio.
Walsh recopiló las conversaciones electrónicas de Valle con otros individuos en lugares como darkfetishnet, una red social para fetichistas sexuales extremos donde se fantasea sobre asfixia y canibalismo.
Valle conversó con 24 personas sobre sus planes y deseos. Esos intercambios continuaron siendo leídos por el agente a preguntas de la fiscal Hadassa Robyn Waxman.
El contrainterrogatorio de la defensa fue realizado por Robert Baum, quien cuestionó las bases por las que el agente había decidido que unas conversaciones eran reales y otras fantasías y por lo tanto no requerían persecución criminal.
“De 24 implicados en esas conversaciones usted descartó a 21, el 80%, por creer que eran fantasías sexuales”, afirmó Baum en defensa de su cliente.
El abogado cuestionó la calificación del agente para decidir que Valle no estaba fantaseando y sus planes eran reales. Asimismo, cuestionó que ni él ni los otros ocho ó 10 agentes y al menos dos fiscales asistentes que intervinieron en la decisión, no tienen formación siquiátrica ni sicológica para decidir entre fantasía y realidad.
Walsh respondió que se basó en si contenían elementos reales como nombres, fechas, direcciones. Inmediatamente, Baum presentó múltiples conversaciones en las que había nombres y direcciones reales, se conspiraba para violar, torturar… pero sus interlocutores no recibieron cargos.
“Ninguna mujer fue dañada… mi cliente participó en un mundo de fantasía en Internet en el que hablaba con otros hombres sobre sus fantasías sexuales”, dijo Baum.