Facebook y Twitter delatan a gangas de El Barrio (fotos)

La guerra entre los miembros de pandillas arrestados ayer ha causado seis asesinatos, 46 tiroteos no mortales y 17 tiroteos sin consecuencias, así como asaltos y tráfico de armamento

Byron White, alias Butta B, es uno de los miembros de la pandilla Whoadey que fue acusado ayer por el fiscal de Manhattan, de conspiración para cometer un asesinato, asalto y posesión criminal de un arma, entre otros cargos.

Byron White, alias Butta B, es uno de los miembros de la pandilla Whoadey que fue acusado ayer por el fiscal de Manhattan, de conspiración para cometer un asesinato, asalto y posesión criminal de un arma, entre otros cargos. Crédito: Especial EDLP / Víctor Matos

Manhattan — Decenas de miembros de tres pandillas rivales fueron arrestados ayer en Manhattan -en una redada masiva realizada en El Barrio- y se les acusó del cargo de conspiración.

Los 63 pandilleros, pertenecientes a Air It Out (AIO), True Money Gang (TMG) y Whoadey, operaban alrededor de ‘proyectos’ de vivienda ubicados en el Este de Harlem, entre las calles 106 y 116 con las Avenidas Tercera y Quinta.

Desde el año 2009 los tres grupos criminales, considerados entre los más violentos de la ciudad, estaban enzarzados en una guerra por el dominio de una sección de ese vecindario, que ha causado seis asesinatos, 46 tiroteos no mortales y 17 tiroteos sin consecuencias, así como asaltos y tráfico de armamento.

TMG y Whoadey estaban aliados contra AIO para proteger sus territorios y vengarse de tiroteos y asesinatos de sus miembros.

“Es la primera vez que múltiples pandillas han sido removidas en su totalidad y sus miembros acusados de conspiración y no de tráfico de drogas”, señaló ayer Cyrus Vance, fiscal de Manhattan en rueda de prensa.

El cargo por conspiración conlleva la máxima pena: de 25 años a cadena perpetua. Además los pandilleros fueron acusados de intento de asesinato, agresión, ataque en pandilla, posesión y venta de armas.

Vance, al que acompañaban representantes de la policía y de la Autoridad de la Vivienda (NYCHA), a cargo de los complejos de vivienda pública, indicó que los pandilleros cometían violencia por violencia.

“Esperamos que el impacto de estos arrestos cambie la situación en el Este de Harlem… Estos vecindarios merecen vivir en paz, no estar asediados por la violencia”, indicó el fiscal.

Pistas en las redes sociales

La acusación fue posible gracias a las implicaciones hechas por los propios acusados en conversaciones telefónicas desde la cárcel de Rikers Island, desde donde organizaban la muerte de pandilleros rivales y el tráfico de armas. Asimismo en sus páginas sociales como Facebook y Twitter, mensajes de texto y videos.

“Que Dios perdone, yo no. Alguien tiene que morir”, dice en Facebook un miembro de AIO refiriéndose a la venganza que iba a llevar a cabo.

“Internet se ha convertido en escenario del crimen. No hay crimen que no deje huella electrónica… porque se comunican, presumen…”, apuntó Vance indicando que los más sofisticados utilizan códigos, otros argot y otros nada.

En el territorio de las pandillas reinaba ayer una aparente normalidad.

“Esto está caliente, siempre hay actividad y eso no es bueno para la gente que camina a comprar”, admitió Tito Espinosa.

“Aquí vive mucha gente pobre y toda la gente que está creciendo ahora lo que quiere es ser parte de algo, no les importa si es bueno o malo”, declaró David Camacho.

De acuerdo a las normas de la Autoridad de la Vivienda se iniciará el proceso de expulsión de aquellos que vivían en los ‘proyectos’.

“Sus familias podrán quedarse si no están implicadas”, dijo John B. Rhea, presidente de la NYCHA.

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