Estatua de Roberto Clemente brilla en El Bronx (fotos)
Familiares, amigos y aficionados del fenecido pelotero boricua se unieron ayer para desvelar la escultura en el 'Parque Estatal Roberto Clemente'
NUEVA YORK — Roberto Clemente fue objeto de un nuevo tributo. Familiares, amigos y aficionados del gran pelotero se congregaron ayer para develar la estatua del recordado deportista puertorriqueño en un parque de El Bronx.
Con humildad y orgullo, Roberto Jr. y Luis, los dos hijos mayores de Clemente, agradecieron esta nueva muestra de cariño y reconocimiento al astro boricua.
“Hace 40 años estuve aquí junto a mi madre”, dijo Roberto Jr. refiriéndose a la fecha en que se cambió el nombre del ‘Harlem River Park’, inaugurado en 1973 a ‘Parque Estatal Roberto Clemente’ poco después del deceso del deportista, que dio gloria al béisbol de la ‘Isla del Encanto’.
Roberto Jr. recordó que entonces le entregaron un jacket color rojo, blanco y azul, con el logo del parque estatal y de regreso en la isla, a pesar del calor, dijo que usó la prenda por lo orgulloso que se sentía.
“Tenía siete años, pero quería usar el jacket porque estaba tan orgulloso de que este parque llevaba el nombre de mi padre”, destacó.
Ayer, también hizo mucho calor, pero la emoción y el orgullo pudieron más que las altas temperaturas.
“Estamos muy orgullosos de llevar el apellido Clemente, de poder abrir puertas a la gente en necesidad”, continuó Roberto Jr.
El primogénito indicó que es bueno que los menores aprendan de los logros cosechados por su padre en el campo deportivo, pero la familia prefiere que sigan el legado humanitario.
“No fue el primer puertorriqueño ni el primer latino en Grandes Ligas, pero fue la primera súper estrella en sacar provecho de esta plataforma para ayudar a los demás”, añadió. “Eso habla mucho sobre la forma en que se preocupaba por otras personas”.
Esa preocupación, precisamente, llevó a la muerte al pelotero que dio gloria a Puerto Rico y a los Piratas de Pittsburgh, el único equipo con el jugó en las Mayores. Falleció el 31 de diciembre de 1972 cuando cayó al mar el avión que llevaba ayuda para los sobrevivientes del terremoto en Nicaragua.
“Es un gran día para todos”, declaró Luis Roberto, añadiendo que se sentían orgullosos de continuar con el trabajo emprendido por su progenitor.
“Siguiendo el legado humanitario de nuestro padre queremos continuar con su labor de ayudar a los demás”, añadió el segundo de los tres hijos de Clemente.
“Creo que todo se ha dicho sobre los atributos del gran Roberto Clemente”, indicó Maritza Hernández, la diseñadora del monumento, que reside en Chicago.
“Sólo quiero añadir desde lo más profundo de mi corazón que ha sido un tremendo honor y hoy me siento puertorriqueña”, continuó Hernández, nacida en Estados Unidos de padres cubanos.
El presidente del condado de El Bronx, Rubén Díaz Jr., destacó que los niños de hoy no tienen un héroe. “Esta leyenda representa lo mejor de ser puertorriqueño”, dijo.