Crisis egipcia se siente en bolsillos de NY

El combustible está por las nubes y los neoyorquinos pagan las consecuencias

Nueva York — Miles de millas de distancia separan Nueva York de El Cairo, pero los efectos de la crisis sociopolítica en Egipto están dejando huella en el bolsillo de los neoyorquinos.

En las últimas dos semanas, el precio del galón de gasolina se ha incrementado en casi $0.15 para rondar los $3.96 en promedio, como consecuencia de las protestas entre seguidores y oponentes del recién derrocado presidente Mohamed Mursi.

Para quienes dependen de un auto para hacer sus quehaceres cotidianos, el cambio se sintió de inmediato al llenar sus tanques. Pero de lo que muchos no se percatan es que también, por ello, la vida se ha encarecido para el resto de los residentes.

Jimena Sacra usa el carro todos los días para llevar a su hija a las clases de verano, lo que ahora implica —aseguró— un gasto de más de $100 a la semana para llenar el tanque de su vehículo.

Por eso, la madre ha tenido que buscar cómo ahorrar. “Siempre pago la gasolina en efectivo, porque te cobran $0.10 menos si no lo pagas con tarjeta”, dijo, en una gasolinera de Jackson Heights, en Queens. “Hay que estar mirando centavo tras centavo en esta ciudad cuando la gasolina está tan cara”.

Los expertos señalan que la situación políticamente inestable que está viviendo Egipto —que ha puesto el barril de crudo en $106— y el mayor uso que se hace de los autos en verano son causas de esta subida en el precio del combustible.

Y aunque el origen del problema está en un lugar lejano, sus consecuencias las notan localmente hasta los dueños de las bodegas. Según Ramón Murphy, presidente de la Asociación de Bodegueros, los distribuidores han subido el precio de productos tan básicos como el agua embotellada, debido a que el transporte en camiones ahora les cuesta más.

“Los bodegueros están pagando entre un 5% y un 10% más por el agua embotellada”, reveló Murphy. “El problema es que los que están en barrios humildes no pueden subir el precio al consumidor, por lo que tienen que asumir ellos la diferencia”.

En la ciudad, además, la gasolina está casi $0.40 más cara de la media nacional. Y respecto al mismo momento del año pasado, también ha subido aproximadamente $0.15, lo que supone una carga adicional en servicios como los taxis.

“Hace unas semanas llenaba mi tanque por $55 y ahora pago más de $70”, relató Jesús, un taxista livery que prefirió no dar su apellido. “Así no se puede vivir”.

El peso mayor cae en los usuarios de taxis sin medallón, a quienes en muchos casos se les cobra más dinero para cubrir la diferencia.

“Un taxista de la compañía que utilizo siempre me pidió casi $10 más de lo que me suelen pedir por ir al aeropuerto”, aseguró Joy Voelker, residente en Brooklyn. “Su excusa fue el precio de la gasolina”.

Otro de los factores en juego son las altas temperaturas que se han registrado en Nueva York en la última semana. “Con este calor, uso mucho el aire acondicionado del carro y gasto el doble”, explicó Rosa Duarte. “Normalmente pago $20 a la semana y ahora llego a $40”.

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