Papa rechaza legalización de drogas
El pontífice se pronunció en contra de la liberación del consumo y aseguró que de esa manera no se conseguirá reducir el número de dependientes.
Después de visitar a jóvenes adictos al crack y el alcohol, en el hospital San Francisco de Asís de la Providencia, de Río de Janeiro, el Papa Francisco habló a una multitud que lo aguardaba advirtió contra la “liberalización del consumo de drogas”, en un firme mensaje contra la idea de la despenalización de los estupefacientes en varios países de la región, durante su visita a Brasil.
“No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”, dijo el primer Papa latinoamericano de la historia al visitar el hospital franciscano que rehabilita a adictos.
“La plaga del narcotráfico, que favorece la violencia y siembra dolor y muerte, requiere un acto de valor de toda la sociedad”, dijo Francisco, al aludir implícitamente a los 70.000 asesinados de los últimos seis años en México, a decenas de miles más en Colombia y Centroamérica, así como a miles en la propia Rio de Janerio, caídos en las guerras de las drogas.
“Es preciso afrontar los problemas que están a la base de su uso promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro”, añadió sin dar más precisiones, al hablar bajo un techo en el patio del hospital, mientras una copiosa lluvia caía sobre fieles, que se protegían con paraguas y capuchas de nylon.
El Pontífice lamentó que todavía “prevalece” la mezquindad de los “mercaderes muerte” y, con tono alto, aseguró que ellos son una “llaga para la sociedad al estimular la drogadicción y sembrar la violencia”.
“Abrazar, abrazar. Precisamos todos aprender a abrazar a aquel que tiene necesidad como hizo San Francisco. Aprender a abrazar cuando hay que expresar solidaridad afecto y amor. Pero abrazar no es suficiente. Extendamos la mano al que está en dificultad, al que cayó en la oscuridad de la dependencia quizá sin saber todo. Le vamos a decir vos podés, es posible si lo querés”, arengó el Sumo pontífice y agregó: “No dejen que les roben la esperanza”.
“Hay tantas situaciones en Brasil y en el mundo que reclaman cuidado y amor como la lucha contra la dependencia química”, enfatizó el Papa.
El presidente de Guatemala, Otto Pérez, y los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil), Vicente Fox y Ernesto Zedillo (México), César Gaviria (Colombia), promueven un cambio de estrategia en la guerra contra las drogas lanzada hace cuatro décadas por Estados Unidos, y defienden su legalización.
El presidente uruguayo José Mujica lleva adelante un proyecto para legalizar la marihuana en su país.
Brasil, el país con más católicos del mundo, es considerado el primer consumidor mundial de crack (un residuo de la cocaína de bajo precio y altamente adictivo), con un millón de consumidores, según un estudio de la Universidad Federal de San Pablo.
En Río, adonde llegó el Papa el lunes pasado para presidir la Jornada Mundial de la Juventud, el narcotráfico acosó a su población durante tres décadas, y en 2008 las autoridades emprendieron la reconquista de las favelas de manos de bandas armadas de traficantes de drogas, antes del Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.