La “reina del crucigrama” eternizada en El Diario
Sus estudios y su dominio de ese pasatiempo hicieron que Josephine Quiñones fuera parte de las páginas de El Diario/La Prensa
La vida de Josephine Quiñones está conectada al centenario El Diario/La Prensa, en cuyas páginas sus hazañas y pasiones se han contado en más de una ocasión.
Hace un año, ella celebró su cumpleaños número 85 en el Torneo Nacional de Crucigramas, una cita anual en la que participa con dos de sus cuatro hijos, Enid Ricardo y Christine. El singular trío fue el centro de una historia en El Diario/La Prensa sobre la pasión que muchos neoyorquinos tienen por estos juegos de palabras.
La experimentada abuela de raíces venezolano-puertorriqueñas puede resolver una veintena cada semana. Bilingüe de nacimiento, Josephine se vale de trucos –como adivinar las palabras con letras difíciles- para resolver los crucigramas en inglés y español. Así pule sus destrezas, porque en la competencia debe terminar siete en tiempos de 15 a 45 minutos.
Fue por ese reportaje que desempolvó muchos recuerdos familiares y encontró una breve reseña de su graduación de secundaria en la Escuela de Comercio en Brooklyn. Amarillenta y desgastada por el tiempo, esa pieza fue publicada en La Prensa, el 17 de febrero de 1945, en la sección Notas Escolares, en la que se destacaban las hazañas académicas de latinos de Nueva York.
“Con notas sobresalientes obtuvo su diploma de la Escuela de Comercio en Brooklyn, la Srta. Josefina Hernández [su nombre de soltera], hija del matrimonio señor Eulogio Hernández y señora Asunción de Hernández”, anunciaba el artículo, en el que se distinguían sus estudios de español y sus planes de continuar su formación en un “colegio” hispanoamericano.
“Yo no pude ir a la universidad hasta 1987, porque no teníamos dinero. Por eso trabajé como secretaria y asistente de contable por mucho tiempo y luego, cuando mi última hija se fue a estudiar a MIT, decidí graduarme en Lenguas Comparativas”, recordó quien obtuvo su título profesional en 1990.
Su primera mención en La Prensa fue una coincidencia. “Un amigo, quien conocía a alguien en el periódico, hizo que publicaran la nota que ella atesora con orgullo. “En ese momento pensé ‘soy famosa’, pero ahora lo soy más porque hice muchas copias del artículo de los crucigramas que publicaron en El Diario y se las envié a todos mis amigos”, dijo bromeando.
El recorte forma parte de un álbum de memorias de quien fuera, en su momento, una de las pocas secretarias perfectamente bilingües de la junta escolar de Nueva York en el distrito que abarca el muy latino vecindario de Los Sures, en Brooklyn.