Hispana clama por justicia para su hijo muerto en Queens
Oscar Luis Arzeno falleció, el 6 de septiempre de 2012, luego de recibir una golpiza por parte de un empleado de una gasolinera en el condado
Queens — “No duermo porque él me despierta clamando por justicia”, alega Ramona Polanco que le pide en sueños su hijo Oscar Luis Arzeno, quien murió por asfixia el pasado 6 de septiembre de 2012.
Ni la madre del hispano ni otros miembros de la familia entienden por qué la fiscalía de Queens descartó presentar cargos contra Jasjeet Walia, de 28 años, empleado de la gasolinera a la que Arzeno acudió horas antes de su muerte para sacar dinero de un cajero automático.
Cuando la máquina no funcionó, las partes iniciaron una discusión que pasó de palabras a puños.
En un video de cámaras de seguridad del local, se muestra la pelea y a Walia corriendo tras Arzeno hasta que éste se va a la calle Van Dam y allí el empleado —que era experto en “kickboxing” en la India— le aplicó una llave con la que lo estranguló.
“Él le dio golpes como cosa loca porque él es kickboxer aficionado y eso es lo que pasó”, indicó Polanco. Asimismo, Félix de la Rosa, compañero de la mujer, afirmó que “la Policía dice que en el video se ve como él [Arzeno] tiró el primer golpe, pero él tira el primer golpe cuando el tipo [Walia] le hizo manoteo dos veces y, en la segunda, es cuando tira el primer puño”.
Por su parte, el fiscal del condado, Richard A. Brown, señaló en un comunicado que, una revisión detallada de los hechos, muestra que la naturaleza y el grado de fuerza que utilizó Walia están justificados ante la ley.
“Aunque la muerte del señor Arzeno fue considerada un homicidio por la Oficina del Examinador Médico, tras una revisión exhaustiva de todos los hechos y circunstancias que rodearon el incidente, no hay nada que cuestione el uso de fuerza física desplegada por el empleado del negocio contra el señor Arzeno”, sostuvo.
Sin embargo, De la Rosa argumentó que el sujeto no puede reclamar defensa propia cuando la grabación muestra el momento en que el involucrado perseguía a Arzeno. “El muerto no habla, pero la autopsia sí. Él no tenía ¡ni un rasguño!”, indicó de la Rosa.
La mencionada oficina, encargada de realizar la autopsia, diagnosticó la muerte como “homicidio por comprensión del cuello por el brazo de otra persona”. Según expertos forenses, se necesita al menos un minuto para que una persona pierda el conocimiento y, entre tres y cuatro minutos, para que muera por asfixia.
Además de la pérdida, la mujer sufre el hecho que su hijo, que se había ido a vivir a Miami tras lograr una compensación de $250,000 por un caso de brutalidad el NYPD en el 2006, vino para acompañarla en su cumpleaños.
“Los policías pagaron por lo que hicieron, pero éste [Walia está] como si nada. Fueron seis policías que lo golpearon y no lo mataron y él en dos segundos, él solo me lo mató”, lamentó Polanco, recordando que hacía unos meses había cumplido su promesa de llevar a su vástago ante la Virgen de la Altagracia en República Dominicana por haberlo salvado de la golpiza.
“Yo he visto noticias de personas que matan a perros y caen presas y ¿cómo es posible que esta persona mate a mi hijo y no vaya ni siquiera ante el juez?”, no cesa de preguntar la madre.
Pese a las interrogantes de los parientes, personal de la fiscalía se reunió con ellos, en abril del presente año, y les explicaron que si bien la muerte fue trágica, no fue el resultado de una conducta criminal.
La familia, incluyendo sus dos hijos, Tania y Capone, de 9 y 5 años, están preparando una demanda civil contra Walia.
Por su parte, el individuo, que continúa laborando en el establecimiento, no quiso abundar sobre el asunto. “No, no quiero hacer declaraciones, ha sido tan malo y deprimente que estoy tratando de seguir adelante con mi vida”, respondió.