Acusan a tres por asesinato
Disparan a un joven beisbolista de Australia para evitar aburrimiento
DUNCAN, Oklahoma. Los fiscales presentaron cargos a tres adolescentes ayer después de que la policía indicó que los jóvenes eligieron al azar a un beisbolista australiano mientras corría y le dispararon por la espalda, matándolo, para evitar el aburrimiento en un día de verano en Oklahoma.
James Francis Edwards, Jr., de 15 años, y Chancey Allen Luna, de 16, serán juzgados como adultos por el asesinato del australiano Christopher Lane. Se les negó la posibilidad de ser liberados bajo fianza. Michael Dewayne Jones, de 17 años, fue acusado de complicidad y se le fijó una fianza de un millón de dólares.
Bajo la ley de Oklahoma, un mayor de 15 años acusado de asesinato con alevosía es juzgado como adulto.
Christopher Lane, de 22 años y oriundo de Melbourne, murió el viernes en una calle arbolada en la zona de clase alta de Duncan.
El menor dijo ante la corte: “Yo jalé el gatillo”, pero el juez le ordenó que guardara silencio y dijo ayer que no era el día para discutir los hechos del caso. El adolescente lloró. Su fianza fue fijada en un millón de dólares.
El jefe de la policía Danny Ford había dicho que los jóvenes tenían el motivo más sencillo y agregó que durante los interrogatorios el menor de 17 años reveló a los policías que estaban aburridos y mataron a Lane por “diversión”.
Lane, que estaba de visita en el pueblo de Duncan, donde viven su novia y la familia de ella, había pasado frente a la casa donde los jóvenes se encontraban mientras se ejercitaba y aparentemente eso los llevó a matarlo a tiros al azar, dijo el lunes Ford, quien señaló que los investigadores no han encontrado el arma usada en el asesinato.
El adolescente reveló que siguieron al australiano a bordo de un vehículo y le dispararon por detrás antes de huir.
“Vieron a Christopher pasar y uno de ellos dijo: ‘Ahí está nuestro blanco'”, dijo Ford. “El chico que ha hablado con nosotros dijo: ‘Estábamos aburridos y no teníamos nada que hacer, por lo que decidimos matar a alguien'”.
Mientras tanto, familiares y amigos de los dos continentes lloraban la muerte de Lane, un estudiante con beca deportiva en East Central University en Ada, poblado aproximadamente a 136 kilómetros (85 millas) al oeste de Duncan. Lane fue receptor titular en 14 partidos el año pasado y se enfilaba a su último año escolar.
La novia de Lane, Sarah Harper, colocó una cruz en una ofrenda improvisada en el lugar de su muerte.
“El no merecía nada de esto”, dijo Harper, a Australian Broadcasting Corp., grupo de radio y televisión de Australia. “Es desgarrador que haya sido una elección al azar hecha por estos chicos lo que alteró drásticamente tantas vidas en el proceso”.
Harper dijo que ella y Lane acababan de regresar a Estados Unidos de Australia una semana antes.
Los testigos se apresuraron a ayudar a Lane después de escuchar un disparo y verlo tambalearse y caer sobre una calle en Duncan, un poblado en la región sur-centro de Oklahoma y de cerca de 24 mil habitantes.
“Yacía boca abajo y recibió un balazo por la espalda con un revolver calibre .22”, dijo el constructor Richard Rhodes a los periodistas australianos cerca de la escena del crimen. “Una mujer se detuvo y tratamos de proporcionar reanimación cardiopulmonar. Y él murió justo ahí”.
“Fue todo un deleite entrenarlo”, dijo Dino Rosato, su entrenador con el equipo, en un comunicado emitido por la escuela. “Chris fue un compañero de equipo extremadamente respetado… Dejó un gran ejemplo para todos sus compañeros, pero más importante para los jugadores más jóvenes. Era un estudiante y atleta maduro a quien sus compañeros podían acudir en busca de consejos y apoyo”.
Peter Lane dijo a los medios australianos que la muerte de su hijo no tiene explicación.
“Fue un acto desalmado y tratar de comprenderlo es un camino corto a la locura”, indicó.
Ford no dijo cuántos disparos recibió Lane y las autoridades esperan los resultados de la autopsia.