Johanna García, ángel de los gatos en Washington Heights

NUEVA YORK — Pese a que desde niña Johanna García, hoy día de 20 años, quería tener un gato como mascota en su apartamento de Washington Heights, su madre siempre se oponía porque no quería animales en la vivienda.

Ya en la adolescencia, en una fiesta de cumpleaños le regalaron un gato, y cuando su madre lo vio lo primero que le dijo fue: “ese no se queda aquí”. Pero García le prometió encargarse de educarlo y de proveerle todo lo esencial para que no causara molestia, y hoy día es la madre de García quien la llama al celular para preguntar qué le tiene que dar de comer a Te Adoro, como bautizaron el gato.

El amor por su gato García lo extendió a todos los gatos callejeros de su vecindario, y hoy día ella estudia Veterinaria en la universidad y es una de las voluntarias más activas de la Washington Heights Cat Colony, organización sin fines de lucro que tiene una colonia de gatos callejeros en dicho barrio.

¿Qué haces por los gatos en la Washington Heights Cat Colony?

Desde 2011, yo trabajo de voluntaria con la colonia de gatos, les llevo comida y agua, les enseño trucos, ayudo a ponerlos en hogares de acogida, y a las familias que los acogen les damos la comida y la arena hasta que le encontremos a los gatos hogares permanentes. También le proveemos servicios veterinarias anuales, y los llevamos a vacunar, castrar y esterilizar.

¿Qué te inspiró a ayudar a los gatos callejeros?

Cuando me estaba graduando de secundaria, la maestra que me estaba ayudando con el tema de la universidad, me dijo que tratara de adquirir experiencia en algo que me gustara. Yo no tenía mi gato todavía, y como me gustaban los animales alguien me recomendó que buscara algo en mi barrio relacionado con este tema. Así fue como encontré en internet el Washington Heights Cat Colony, solicité y me integré al programa.

¿Cuáles son los mayores problemas que enfrentan los gatos en Washington Heights?

Uno de los mayores problemas es la muerte o lesión por caer desde las ventanas de los apartamentos. Los gatos padecen de síndrome de gran altura y como tienen una excelente capacidad para centrar su atención en lo que les interesa, un pájaro o un insecto en la ventana pude ser una distracción suficiente para hacer que pierdan el equilibro y caer. Las caídas pueden resultar en mandíbulas rotas, pulmones perforados, extremidades y pelvis rotas e incluso la muerte. Los gatos que sobreviven muchas veces terminan en la calle. Para evitar caídas, lo más recomendable es poner pantallas a las ventanas.

¿Por qué la gente abandona sus gatos?

Cuando los gatos crecen, empiezan a orinar en los muebles en lugar de la arena, y la gente cree que es porque quieren estar en la calle, y los abandonan. El problema se debe a que estos gatos no están castrados o esterilizados, y la solución es operarlos.