Las FARC condenan el narcotráfico

Adam Isacson (i), habla  en Bogotá  durante un foro de la sociedad civil colombiana para generar propuestas de solución al problema de las drogas ilícitas.

Adam Isacson (i), habla en Bogotá durante un foro de la sociedad civil colombiana para generar propuestas de solución al problema de las drogas ilícitas. Crédito: EFE

La Habana/EFE — Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) condenaron ayer el narcotráfico y rechazaron “enfáticamente” tener “responsabilidad” en el origen y permanencia de ese problema.

En una declaración divulgada en La Habana, sede las conversaciones entre el grupo guerrillero y el Gobierno de Colombia, las FARC definieron su postura sobre el asunto y saludaron el foro ciudadano que se celebra en Bogotá para debatir el problema de los cultivos ilícitos de drogas de cara a los diálogos de paz.

Las FARC afirmaron que su preocupación por contribuir a resolver este problema le obliga a rechazar “enfáticamente” la pretensión de algunos medios de comunicación de reducir este tema a la idea de que “la responsabilidad de su gestación y permanencia corresponde a la guerrilla”.

Aunque el Gobierno colombiano sostiene que las FARC tienen en el narcotráfico una fuente de ingresos, esta guerrilla dice que su única relación con la droga es el cobro de un impuesto a los cultivadores que se encuentran en zonas de su influencia.

La guerrilla afirmó ayer que “la crisis del modelo capitalista colombiano y su régimen político” han creado las condiciones para que “el llamado narcotráfico sea una realidad socioeconómica, de la que participan por necesidad, inmensas capas de la población”.

“Partimos de condenar el narcotráfico y participamos de una activa batalla política dirigida a desenmascarar las falacias y contenidos de la llamada guerra al narcotráfico, que es como se autodenomina la actual política de EE.UU.”, señalan las FARC.

La guerrilla asegura que esa política “ha acuñado matrices mediáticas dirigidas a dar una nueva envoltura a sus estrategias intervencionistas e imperialistas”, que atribuye a “un mismo antiguo libreto”.

Además resalta que se debe incorporar el tema de la solución al problema de las drogas ilícitas vinculándolo “ineludiblemente” a la reforma agraria y rural integral pero, sobre todo y de manera fundamental, refiriéndolo al “respeto a la soberanía nacional”.

“Determinar el origen y la esencia del fenómeno que nos convoca es muy importante, si de verdad existe voluntad para resolverlo de raíz”, señalan.

Para generar las condiciones en favor de una solución que ataque las “causas verdaderas” del problema, proponen la distribución equitativa de la tierra, además de una política económica que garantice a los campesinos precios de sustentación, subvenciones y subsidios, seguridad social, asistencia técnica y mecanización, entre otras medidas.

El problema de los cultivos ilícitos es el cuarto punto de la agenda de negociaciones de las FARC y el Gobierno y está muy relacionado con el primer punto acordado sobre el uso de la tierra.

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