Un dólar es importante

Para los que admiramos a los Estados Unidos es frustrante ver que la política se ha vuelto un negocio

Uno se asombra a veces hasta donde puede llegar la pasión política y la superficialidad con que se habla actualmente en el Congreso de parar al gobierno.

Uno se asombra a veces hasta donde puede llegar la pasión política y la superficialidad con que se habla actualmente en el Congreso de parar al gobierno. Crédito: Morguefile

Burbujas

Estamos como al principio… un poco de nada en materia migratoria. Esa tan hablada reforma no va a ningún lado aunque unos cuantos en el Congreso aun creen que es posible salvarla.

Migración ha ido a dar al cajón donde están enterradas las buenas intenciones, si es que las hubo.

Queda, como “Llanero solitario”, el senador McCain de Arizona (leyó usted bien, de Arizona) tratando de que no muera del todo; es uno de los pocos que entiende que esa reforma es importante para los Estados Unidos y no solo para los millones de indocumentados que viven en el país.

McCain, recordará, fue el candidato republicano a la presidencia, que perdió ante Obama, según creo, por haber invitado como candidato a la Vice presidencia, a la gobernadora de Alaska, Sara Palín, esa cuyo mayor atractivo era que cazaba renos desde su helicóptero. La sola posibilidad de que la Palín pudiera llegar a la presidencia, en caso de fallecimiento de McCain, aterraba.

Yo, no siendo republicano, hubiera votado por él, sin ella. Aclaro por enésima vez que soy independiente.

Ahora hay un congreso terriblemente dividido. Ya no se trata de representar principios; republicanos y demócratas son enemigos. Esa radicalización impide la buena marcha legislativa y la muy necesitada capacidad de negociar acuerdos.

Lo importante ahora para algunos legisladores republicanos parece ser el bloquear fondos y destruir el “Obamacare”, cuando es demasiado tarde para hacerlo.

Uno de ellos, Ted Cruz, senador por Texas, quien pese a su maratónico discurso de 21 horas es aun el muy verde aspirante a la presidencia, que era uno de los que apoyaban la reforma migratoria, está ahora solo empeñado en bloquear los fondos para “Obamacare”.

No voy a dar ni opinión sobre el Obamacre. Solo voy a decir: El seguro médico, para millones que no lo tienen, fue aprobado por ambas cámaras y firmado por el presidente Obama .

Eso lo convirtió en ley del país y si ahora miembros de ese mismo Congreso, entre ellos estaba Ted Cruz y algunos otros, estan haciendo un show politico.

Cruz no sería criticable si dijera que en lo personal no estuvo de acuerdo con Obamacare. Es una pena pero creo que su actitud es solo muestra de una estrategia muy delicada: No aprobar ni el presupuesto ni el subir el limite de endeudamiento del gobierno federal.

El hacerlo produciría dos problemas igualmente graves: Suspendería todas las actividades del gobierno y se produciría una suspensión de pagos y la caída de la posición crediticia de los Estados Unidos en el mundo. Esto afectaría a personas y países que han invertido en la deuda americana.

Ese “shut down” del gobierno federal impediría el pago de sueldos y salarios, de intereses, de recursos para las fuerzas armadas, educación, Medicare y Seguro Social, para mencionar solo algunos.

O sea: Hundir al país en el caos económico porque quieren detener “Obamacare” y mutilar la presidencia de Obama.

Uno se asombra a veces hasta donde puede llegar la pasión política y la superficialidad con que se habla actualmente en el Congreso de parar al gobierno como si sus representados no existiéramos, como si pensaran que pueden proceder libremente en perjuicio de todos a cambio de nada… bueno no, a cambio de destruir a Obama, presidente electo democráticamente.

Quienes, para fines politicos partidistas, estan dispuestos a crear un caos y debilitar a los Estados Unidos, no merecen representarnos en el Congreso.

Sus acciones parecen indicar que estan protegiendo al gran dinero que fluye libremente a favor de los politicos desde que la Suprema Corte decidió en un acto, para mi reprobable, que las corporaciones son “personas” y autorizó sus ilimitadas aportaciones a políticos.

Y estos, hoy más que ayer, van tras el dinero y dejan a un lado y olvidan que ellos representan a los votantes cuyos intereses casi nunca coinciden con los de las grandes corporaciones.

Un senador o diputado, del partido que sea, no debe actuar bajo la influencia del dinero aunque lo haya usado para ganar.

Para los que hemos admirado la democracia de los Estados Unidos no deja de ser frustrante ver que la política se ha vuelto una especie de negocio en el que el dinero lleva la voz cantante en el Congreso.

Aquí, en la mayor democracia del mundo, las elecciones se ganan con dinero y quienes lo aportan están comprando influencias.

¿El querer bloquear recursos para Obamacare y “cerrar” el gobierno federal, será por ese dinero que corrompe o solo por reacción de un partido frustrado?

Pero hay quienes se están rebelando en contra de la compra de políticos. Hoy me enseñaron un billete de un dólar con un sello que dice (traducción mía): “No permita que este dólar sirva para corromper a los políticos”.

¡Solo un dólar y qué mensaje más importante!

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