¡México resucita!

MÉXICO, D.F. (EFE).— Fue un grito de gol que retumbó en el Estadio Azteca y en todo México, el grito de la esperanza, el tanque de oxígeno para que México dispute el cupo directo a Brasil 2014 o la repesca contra Nueva Zelanda en noviembre.

Jiménez controló el balón en la entrada al área grande, de espaldas a la portería del guardameta Jaime Penedo, y se tiró una chilena para rubricar un golazo. El balón entró pegado la base del poste derecho del portero panameño y el júbilo se implantó en el estadio Azteca.

Panamá soñó por unos minutos con el empate cuando Tejada marcó el 1-1 al 80′.

El silencio no invadió el Azteca, al contrario el “¡Si se puede!” lo llenó, y los verdes se fueron por el segundo, que consiguieron con empuje .

En el primer tiempo, Peralta controló en el área y, ante la salida de Penedo, tiró por arriba y marcó el único gol al 39′.

El júbilo que explotó en el estadio pareció como si México hubiera ganado el boleto directo a Brasil, pero apenas sirvió para llegar a 11 puntos y asumir el cuarto lugar del Hexagonal Final, pero con el futuro en sus manos.

Peralta, convertido en el héroe del Tri, como lo fue en la final olímpica de Londres 2012, marcó el primer gol que resultó igual que el segundo en cuanto a volumen de festejo.

Fue un partido tenso porque ambos estaban obligados al triunfo. Lleno de imprecisiones por ambos lados.

México obligado a asumir el control y Panamá esperando encontrar alguna ofensiva mediante un contragolpe o en jugadas a balón parad,o y lo consiguió, pero no fue suficiente.

Los locales jugaron la mayor parte en la zona visitante, y el rival intentó preocupar a los de casa en varios tiros de esquina, pero no lo consiguió.

Fue un partido para los de temple de acero, como el nuevo estratega del Tri, Víctor Manuel Vucetich quien, fiel a su costumbre, permaneció sereno y tranquilo, aunque en los goles se abrazó con sus auxiliares.

Los 90 mil aficionados en el Azteca cumplieron con su parte. El grito de aliento “¡México, México!” fue constante y soportaron al filo del asiento los 94 minutos del partido.

Nervios, ansias, desesperación, esa combinación de sentimientos reflejaron los aficionados en las tribunas durante el partido, en el que la exigencia al árbitro fue la constante.

Hernández, al minuto 58, ahogó un segundo grito de gol al fallar un penal; Penedo se lanzó a su izquierda hacia donde mandó el balón el delantero mexicano y, para la fortuna local, ese alarido llegó al 85′, con el golazo de chilena de Raúl Jiménez, con el que México dio un paso adelante en la eliminatoria.