Todo lo que debe saber sobre los alimentos integrales

Conozca los mitos y realidades de este tipo de productos y elija los que realmente ayuden a su salud.

No todos los alimentos son bajos es calorías.

No todos los alimentos son bajos es calorías. Crédito: Esta imagen es una obra derivada de Panic! por Lali Masriera, disponible bajo la licencia Licencia de Atribución en http://www.flickr.com/photos/visualpanic / 365605949/

En el afán por lograr una vida más saludable, muchas personas recurren a los alimentos integrales. Panes, galletas, cereales que, en apariencia, son menos calóricos, altos en fibra y con beneficios para la salud, pero que no siempre son tan saludables como parecen. De allí la importancia de saber reconocer aquellos que realmente debe tener en la despensa.

Hay variedad de marcas y productos integrales con diferentes cualidades y características que son anunciados como los mejores aliados para el peso y la salud. No obstante, vale la pena preguntarse si es verdad todo lo que ofrecen y si realmente son mejores para su salud.

De acuerdo con la Food and Drud Administration (FDA) de los Estados Unidos, un alimento es considerado integral cuando posee, al menos, 51% de granos enteros en su composición. Sólo de esta manera está garantizado que el organismo absorba la fibra proveniente de esa fuente. En su gran mayoría, los productos integrales que están en el mercado poseen baja cantidad de granos enteros nutrientes y fibra.

Aprender a leer las etiquetas y familiarizarse con las propiedades nutritivas de cada alimento son dos de las claves para saber escoger.

Verdad. Llevar una dieta rica en cereales integrales y alimentos de origen vegetal puede disminuir el riesgo de sufrir cardiopatías, diabetes, aterosclerosis y algunos tipos de cáncer.

Mito. Muchos alimentos integrales parecen ser bajos en calorías, pero lo cierto es que tienen gran cantidad de sodio, grasas hidrogenadas y azúcar refinada. Lo mejor es leer las etiquetas para informarse la cantidad de grasas y azúcares que posee. Si además estos componentes figuran en los primeros renglones de la lista de ingredientes, lo mejor es descartarlo.

Mito. Muchas veces el color pardo de este tipo de productos es por la adición de melaza o químicos. Para estar seguro de que un alimento es integral debe tener en la etiqueta como primer componente uno de estos ingredientes: avena, quinua, cebada de grano entero, maíz de grano entero o centeno.

Verdad. Si son realmente integrales promueven el tránsito intestinal, provocan sensación de saciedad por más tiempo y ayudan a mantener estables los niveles de glucemia. Así, se reducen los ataques de hambre y es más fácil seguir un régimen de alimentación. Sin embargo, hay que comerlos con moderación y controlar sus porciones.

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