Virgen peregrina visita la cárcel de mujeres de Lynwood
Por segundo año consecutivo, Nuestra Señora de Guadalupe visitó a las mujeres que se encuentran detenidas en el centro regional de detención de Lynwood

La Virgen de Guadalupe fue la protagonista de una misa bilingüe que se llevó a cabo el domingo por la mañana. Crédito: J. Emilio Flores / La Opinión
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe hizo la tercera parada de su peregrinaje, el domingo por la mañana, en el Centro regional de detención para mujeres de Lynwood.
Este es el segundo año en el que la Virgen peregrina visita la prisión, durante su peregrinaje que culminará el 1 de diciembre con la 82 Procesión y misa, considerada como la procesión más antigua de Los Ángeles.
“Es una bendición tener a la Virgen aquí con nosotros. Su imagen de madre pone una luz en este lugar oscuro”, dijo Francisca Cabral, una de las prisioneras. Cabral, de 26 años, dijo que uno de sus sueños cuando salga en nueve meses de prisión, es ir a México a visitar a la Virgen de Guadalupe. “Mientras tanto, ella nos viene a visitar”, indicó.
La imagen de la Virgen llegó alrededor de las 8:00 a.m. al centro de detenciones y fue la protagonista de la misa católica bilingüe de la mañana.
“Quisimos enfocarnos en las mujeres, porque la Virgen es la imagen de la madre que trae vida a este mundo”, indicó Imelda Bermejo, Capellana de la Arquidiócesis de Los Ángeles y parte del grupo que llevó la imagen al centro de Lynwood.
“Cuando una mujer entra a la prisión, la familia generalmente la olvida, le cierra las puertas. Algo que no ocurre con los hombres a los que la familia sigue visitando aun detrás de las rejas”, comentó.
Cabral, que cumple su sentencia hace un año por accesorio de robo, contó que se había fabricado un rosario con restos de telas. “Cuando me siento muy sola o muy triste, recojo el rosario en mis manos y pienso en la sonrisa de mis hijas”, confesó.
Cabral tiene tres niñas de 10, 8 y 3 años a quienes no ve desde que entró a prisión. “Esta no es mi primera vez en prisión, pero tengo fe que será la última, la gente puede cambiar”, aseguró.
“La imagen de la Virgen ayuda a las mujeres a ‘desencarcelarse’”, opinó Lucy Boutte, del Comité guadalupano de la Arquidiócesis.
Boutte notó que al comienzo de la misa, las prisioneras se mostraban compuestas y calladas, pero una vez que tomaron la comunión, se hincaron frente a las sillas de plástico como si fueran púlpitos y comenzaron a orar y a llorar.
“La imagen de la Virgen les da un mensaje de esperanza y las desborda la emoción por todo lo que han vivido. Este sería un momento perfecto para que puedan desahogarse, sería ideal que luego de la misa pudiesen hablar con un religioso o un consejero.
Estamos trabajando en ello”, indicó. Boutte dijo que aquellos interesados en ayudar, pueden involucrarse en el ministerio de prisión de cada una de sus parroquias.
Ángela Zepeda, de 41 años, fue arrestada en mayo de este año por transportar drogas. En mayo de 2014 cumplirá con su sentencia. “Yo estoy viviendo en tiempo prestado”, indicó refiriéndose al diagnóstico que recibió cinco años atrás por su condición cardiaca.
“Pero si Dios me quiso viva es porque tiene planes para mí”, señaló. Zepeda, quien es madre de seis hijos, dijo que estar detenida, en cierto modo le salvó la vida y le hizo apreciar la importancia de sus hijos y de la familia. Cuando salga de prisión, Zepeda quiere pasar todo el tiempo posible con sus hijos y ayudar a otros que se encuentran en su situación.
“También quiero ver un atardecer en la playa por primera vez”. Zepeda contó que nunca en su vida había estado en la playa o había visto el mar.
La celebración de la Virgen de Guadalupe comenzó el 1 de noviembre en la Parroquia Saint Marcellinus, de Commerce, hogar de la imagen religiosa. La imagen de la Virgen de Guadalupe es una reproducción digital de la imagen original de 481 años, que se encuentra en la Basílica de la Ciudad de México.