Madre con cáncer terminal inspira a agradecer siempre

Leticia Ponce valora cada segundo junto a sus tres hijos y su esposo

Leticia Ponce, madre de tres niños y que fue diagnosticada con cáncer terminal, da gracias por el tiempo que le quede junto a su familia.

Leticia Ponce, madre de tres niños y que fue diagnosticada con cáncer terminal, da gracias por el tiempo que le quede junto a su familia. Crédito: EDLP / Zaira Cortés

Nueva Jersey — Una madre de tres niños diagnosticada con cáncer terminal no tendría motivos para estar agradecida, pero Leticia Ponce no permitió que la terrible enfermedad le impidiera conmemorar el Día de Acción de Gracias, poco después de su boda.

Leti, como la conocen en el vecindario, agradeció el haber cumplido uno de sus deseos más anhelados, casarse con el padre de sus hijos y pareja por una década, Saúl Castro.

A pesar de sus escasos 28 años, su cuerpo delgado y rostro decaído evidencian el sufrimiento que la mexicana ha soportado con fortaleza en los últimos meses, pero su actitud impregna de alegría su modesta casa en Elizabeth, Nueva Jersey.

El año pasado Leticia acudió al Hospital Trinitas por un fuerte malestar en la garganta, explicó la familia. Los antibióticos y analgésicos poco hicieron para calmar la dolencia. Intuyendo que los síntomas eran serios, meses después acudió al hospital Robert Johnson, en New Brunswick, en donde le fue detectado un tumor cancerígeno en la garganta. Castro, de 29 años, explicó que su esposa se sometió a quimioterapia, pero la enfermedad invadió otros órganos, haciéndola incurable.

El devastador diagnostico despertó en Leticia el deseo de vivir sus últimos días en plenitud, aminorando en lo posible el dolor en sus hijos y esposo. Con ánimo, la mujer destacó tener un mar de bendiciones que agradecer.

Rodeada de sus hijos Saúl, de nueve años, Alexis, de siete, y Cristian, de tres; Leti agradeció la celebración de su boda, el pasado viernes.

“Fue una ceremonia humilde en nuestra casa, con amigos y familiares. Me sentí feliz“, expresó con dificultad.

Por su parte, Saúl dijo que la situación de su familia podría inspirar a otros a agradecer el regalo de la vida. “La salud y la vida son regalos preciosos que debemos valorar cada día”, dijo mientras tenía a su hijo Cristian en brazos.

Otra razón para dar gracias es la ayuda de su comunidad, como la ofrecida por Paisanos Unidos, un grupo comunitario que colecta fondos en torneos de fútbol para asistir a familias necesitadas de Petlalcingo, en el estado mexicano de Puebla. El grupo realizó donaciones a la familia.

Noé Tobón, integrante, indicó que la fortaleza de la familia es una inspiración para los residentes de Elizabeth.

El amor que se tienen Saúl y Leticia nos ilumina“, apuntó. “Él es un padre dedicado que cuida de sus niños mostrándose invencible, aunque el dolor es grande. La pareja trata de darle la mayor alegría a los chicos”.

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