Informe sobre NSA recomienda almacenar menos datos
El reporte de un comité independiente de la Casa Blanca sobre los programas de espionaje, además, pide separar la agencia del Cibercomando del Departamento de Defensa
Washington – La Casa Blanca publicó hoy el informe de un comité independiente con 46 recomendaciones para equilibrar la obtención de datos con la protección de la privacidad de las personas en las actividades de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
El reporte, de casi 300 páginas, “ha explorado la continuidad y el cambio” de los procedimientos y recomienda ser más cuidadosos a la hora de permitir pesquisas electrónicas o telefónicas para salvaguardar los derechos constitucionales de estadounidenses.
El panel de expertos aconseja no almacenar las ingentes cantidades de información de comunicaciones de estadounidenses de no tratarse de casos extraordinarios, así como más transparencia y control político de las actividades de la NSA.
En este sentido, pide a los servicios de inteligencia estadounidenses que desarrollen herramientas que no obliguen a almacenar las cantidades de datos de la actualidad, teniendo en cuenta que la ciberseguridad es, con el desarrollo tecnológico, cada vez más importante.
Además, pide separar la NSA del Cibercomando del Departamento de Defensa, que actualmente ocupa un solo militar, el general Keith Alexander.
El documento considera que la NSA debería estar encabezada por un civil y contar con la aprobación del Senado, algo que la Casa Blanca descartó anteriormente.
“Recomendamos que se cree legislación que ponga fin al almacenamiento en masa de metadatos telefónicos (registros sin contenido)”, indica una de las sugerencias sobre uno de los programas de la NSA revelados por el exanalista externo de la agencia Edward Snowden.
Sobre el programa de espionaje de comunicaciones de internet en el extranjero, las recomendaciones se centran en no vulnerar la privacidad de estadounidenses por error y en no “diseminar” información sobre extranjeros “si no es relevante”.
Asimismo, pide que no se vigile a extranjeros fuera del territorio estadounidense (donde las garantías legales no les amparan), basándose solamente en sus ideas políticas o religiosas.
Además, recuerda que funcionarios de alto nivel elegidos por el presidente deberán conocer las tareas de espionaje más sensibles.
“Con este proceso se deberá, entre otras cosas, identificar los usos y límites de la vigilancia de líderes extranjeros y naciones extranjeras”, reza el informe.
Los criterios para espiar a un mandatario extranjero deberán tener en cuenta: si hay amenazas a la seguridad nacional, si existen “valores e intereses comunes” con ese país, si hay sospechas de que el mandatario esconde información y no es honesto con diplomáticos estadounidenses, y los efectos negativos que ello pueda tener en la relación bilateral.