Legalicen la mariguana
Con la nueva norma en Uruguay, los cultivos de marihuana que ya existen contarán con un respaldo legal, así como sus propietarios. Crédito: efe
Uruguay acaba de legalizar la mariguana. Ahora falta hacer lo mismo en los EE.UU. Si piensan que lo digo porque me gusta fumar la planta intoxicante, piensen de nuevo. Para la gran mayoría de los que apoyan la legalización, tiene que ver con el racismo, con la injusticia de la encarcelamiento, y con la ilógica de la guerra contra la mariguana.
Consideren las siguientes cifras (gracias a la organización Drug Policy Alliance).
El año pasado, casi 750,000 personas fueron arrestados por violar leyes contra la mariguana, casi la mitad del total de los que fueron arrestados por cargos de drogas no violentos.
De los jóvenes cargados, muchos perderán acceso al apoyo federal para ir a la universidad, lo que impone un costo permanente en la vida del individuo.
La campaña contra la mariguana es uno de los factores detrás del nivel de encarcelamiento más alto del mundohoy, uno de cada noventa y nueve adultos está preso que produce una clase incapaz de ser productivo y más capaz de cometer crímenes serios.
De los presos por tener drogas, dos tercios son hispanos o negros, aunque estos grupos no suelen usar drogas con mayor frecuencia que los demás.
La guerra contra las drogas tiene un costo directo de más de $50 mil millones. A ese número hay que sumarle los $47 mil millones del que el gobierno se priva por no regular las drogas como lo hace el alcohol y el tabaco, y lo que la sociedad pierde porque jóvenes no estudiarán en la universidad y otros se pudren en la cárcel.
Es, sin duda, una guerra sumamente costosa. Con un costo tan alto, esperaríamos que algo bien se podría mostrar.
Pero esta guerra fracasa en la prueba más simple. Estoy seguro que con dos o tres llamadas telefónicas podría conseguir mariguana. Tengo confianza de que muchos de ustedes podrían hacer lo mismo.
Es un resultado magro dado el costo tan monumental.
