Estudiantes detallan sangriento tiroteo en Nuevo México

La Policía todavía no sabe los motivos que tuvo un joven de 12 años para disparar en la secundaria Berrendo

Padres se consolaban con sus hijos en la secundaria Berrendo, luego de saber que estaban en buenas condiciones.

Padres se consolaban con sus hijos en la secundaria Berrendo, luego de saber que estaban en buenas condiciones. Crédito: AP

Nuevo México — Estudiantes que huían de las temperaturas heladas en el sureste de Nuevo México se encontraban en el gimnasio de la secundaria Berrendo a la espera de que comenzaran las clases cuando oyeron un fuerte disparo.

Evan James y Kayla Koren, de 13 años, quienes se encontraban en lados opuestos del gimnasio, miraron a su alrededor y vieron sangre y a uno de sus compañeros en el suelo con una herida en la cara. Otro estudiante, de 12 años, sostenía una escopeta.

“Vi sangre por todas partes”, dijo Essance Sosa, de 12 años, el martes. “Todos comenzaron a correr y gritar”.

El pánico envolvió al edificio y la noticia de que un alumno de séptimo grado había disparado hiriendo de gravedad a otro estudiante de 11 años en la cara y el cuello, y alcanzando en el brazo a una niña de 13 años corrió por el pueblo tan pronto como se enviaron mensajes de texto y se hicieron llamadas telefónicas.

El tiroteo terminó en 10 minutos, dijo la Policía, gracias a John Masterson, un maestro de octavo grado. Las autoridades reconocen que salvó vidas al intervenir inmediatamente y hablar con el niño para que soltara el arma.

Después Masterson lo abrazó hasta que llegó la Policía.

“Él se plantó frente al arma, por eso no hubo más chicos lastimados”, dijo la gobernadora Susana Martínez a unas 1,500 personas que acudieron a una vigilia la noche del martes.

Las autoridades sostienen que las prácticas en caso de que se un “tirador activo” se presentara en la escuela llevadas a cabo por el distrito escolar de Roswell también fueron de utilidad.

“Pensé que era una práctica, de verdad”, dijo Evan. “Luego me di cuenta de que no era así”.

Los investigadores aún no saben por qué el niño, cuyo nombre no se ha divulgado ni se le ha acusado formalmente, abrió fuego. Las autoridades dijeron que el niño introdujo el arma a escondidas en una mochila o un estuche para instrumento musical.

El jefe de la policía estatal Pete Kassetas rechazó un informe del vocero del hospital quien dijo que según las enfermeras que atendieron al herido éste era el objetivo del atacante. Sostuvo que aún se desconocen los motivos.

“No tenemos mucha información”; dijo Kassetas a la prensa la noche del martes.

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