Becker no se explica cómo Nadal puede jugar con la mano así
"No comprendo como Rafa puede jugar en estas circunstancias, con esa llaga en la mano", dijo hoy el ex tenista alemán, para rematar: "Y no creo que vaya a ir mejor en los próximos días".
Melbourne (Australia).- La mano izquierda, y en concreto la llaga que tiene justo dónde termina el agarre de su raqueta sigue preocupando al español Rafael Nadal, que salvo para jugar, puede llevar una vida normal con esa herida, pero siente que con esa zona vendada golpea con miedo y su saque no hace daño, y mientras, el alemán Boris Becker no entiende cómo el número uno del mundo puede jugar en estas condiciones.
“Las imágenes son más exageradas, no hay ningún cráter en ella”, dijo Nadal hoy mostrando sus palmas tras vencer al búlgaro Grigor Dimitrov. “La mano no está mal pero no está suficiente dura como para jugar, mirad (y dio palmas con las dos manos). Para la vida normal no tengo ningún problema“, comentó.
El asunto de la mano de Nadal es el tema de debate en estas rondas finales del primer grande de la temporada. ¿Podrá alcanzar la final en estas condiciones?, ¿Aguantaría para jugar sin protección y si lo hiciera sería capaz de sobrevivir a un partido a cinco sets?.
Esas son las preguntas que se ciernen sobre el actual número uno del mundo, que hoy sufrió para ganar a Dimitrov, en un partido en el que él mismo reconoció que había sufrido y que había tenido mucha suerte.
El alemán Boris Becker, entrenador del serbio Novak Djokovic, y un hombre que utilizaba su servicio como arma letal, no comprende cómo Rafa es capaz de permanecer vivo en el torneo en estas condiciones. “Boom Boom” sabe que en una pista rápida como la de Plexicushion del Abierto de Australia el saque es más que fundamental, vital. Y si no se hace daño con este arma, uno queda desarmado luego.
Sabe Becker que Nadal necesita su saque como arma milagrosa y cree el alemán que la causa de esa llaga ha sido el extremo calor que sufrieron los tenistas los primeros días de competición, cuando padecieron hasta 44 grados de temperatura.
“El extremo calor de la primera semana seguramente le ha producido un roce en esa zona cuando saca y se ha empezado abrir por eso”, dijo Becker.
Nadal sufre este contratiempo y no se siente agusto. “Cómodo no es porque lo ideal no es jugar con toda la mano vendada, pero he jugado en mi carrera con protecciones. No es algo que me perjudique, pero tengo que evitar la sensación de que con el servicio la raqueta se me va”, explicó Rafa.
“Debo sacar y sentir que la raqueta está firme. Así no se golpea con confianza, sino con miedo y desde que tengo que tengo la venda saco peor“, admitió hoy.
Las dudas vienen desde que pone la bola en juego, pero el de Manacor cree que excepto ese inconveniente el resto de su esquema funciona. “La raqueta parece como si se fuera, no eres capaz de acelerar en el momento correcto. He servido despacio, mal, y todo esto ante un rival muy difícil. Pero estas victorias a veces ayudan a jugar mejor luego”, dijo.
“En general no he jugado tan mal, el primer problema fue el saque, que me produjo problemas para el resto de mi juego. Sacando así no tengo calma para el resto. El servicio no me sirve para empezar a jugar el punto, y uno tiene que luchar más y eso agota“, explicó.
Mientras los médicos del torneo, y el doctor Ángel Ruíz Cotorro, de la Federación Española de tenis, se preocupan al máximo por la mano del número uno del mundo. El trabajo consiste en rebajar la piel muerta después de cada entreno o partido, tratarla con alguna crema y cuidarla al máximo. La suerte es según Cotorro, que no habrá en los próximos días grandes alteraciones de temperatura, lo que perjudicaría más la evolución de la herida.
Otra opción sería jugar sin protección, para volver a sentir la raqueta, pero Rafa cree que esto sería una locura,
“Está complicado. No creo porque se me puede abrir, y entonces sí tenemos un problema doble. El lugar es muy malo, y tendría problemas para poder jugar. Puedo hacerlo pero la piel esta blanda es mi punto de agarre, donde me acaba la raqueta, yo la cojo por abajo del todo”, explicó Nadal señalando el borde de su mano.
“Es el punto de fricción y ahí normalmente tengo un callo, pero se inflamó y después voló por los aires y ahora está la piel debajo que está débil y nueva. No creo que pueda resistir un partido a cinco sets, no lo creo yo, ni los médicos”, dijo.