“Julia de Burgos: 100 años” (fotos y videos)
La poetisa boricua también fue hija de El Barrio; EDLP te muestra su legado en el centenario de su natalicio
Julia de Burgos fue una hija de Puerto Rico; también fue hija de El Barrio. Junto con la marea de migrantes puertorriqueños que llegó a Nueva York en las décadas de 1940 y 50, encontró un hogar en East Harlem. Un mural, un centro cultural y una calle con su nombre, entre otros signos de su presencia en esa parte de la ciudad, conmemoran su legado.
Maestra y escritora, De Burgos hizo importantes pronunciamientos a través de su poesía. Fue una feminista y una promotora de la independencia de Puerto Rico. Y en una era en la cual la más brutal discriminación racial era la norma, celebraba su negritud: “Ay ay ay, que soy grifa y pura negra; grifería en mi pelo, cafrería en mis labios; y mi chata nariz mozambiquea”.
Al igual que muchos de nosotros recordamos la belleza de nuestros países, Julia rindió tributo a la naturaleza de la Isla del Encanto en versos tan memorables como los de su poema “Río Grande de Loíza”: “¿Adónde te llevaste las aguas que bañaron mis formas, en espiga del sol recién abierto?”
Julia de Burgos murió a la temprana edad de 39 años, pero dejó una obra que la convirtió en una de las más influyentes poetas puertorriqueñas y latinoamericanas del siglo 20. En el centenario de su natalicio, una larga lista de distinguidos poetas y escritores mantiene viva la admiración por su obra.
Nacida el 17 de febrero 1914 en Carolina, Puerto Rico, Julia De Burgos se crió en el barrio de Santa Cruz, una sección humilde de aquella localidad. La única de trece hermanos que cursó estudios secundarios, obtuvo su título de maestra en la Universidad de Puerto Rico a los 19 años.
Empezó muy joven su carrera como poeta, influenciada por la obra de Luis Llorens Torres, Clara Lair, Rafael Alberti y Pablo Neruda, entre otros. Durante su vida publicó dos colecciones de poemas. Su tercer libro fue publicado póstumamente en 1954.
En 1936 se unió a “Hijas de la Libertad”, rama femenina del Partido Nacionalista de Puerto Rico, liderado por Pedro Albizu Campos, que promovía la independencia de la Isla.
En 1934 se casó con el periodista Rubén Rodríguez Beauchamp, de quien se divorció en 1937. Más tarde tuvo una intensa relación amorosa con el historiador, médico y político dominicano Juan Isidro Jiménez Grullón, que inspiraría muchos de sus poemas. La relación duró pocos años y fue seguida de otro breve matrimonio (1943-1947) con el músico Armando Marín.
Tras su último fracaso amoroso, De Burgos se quedó viviendo sola en Nueva York. A pesar de contar con muchos admiradores y de tener una intensa vida profesional, cayó en una profunda depresión y en el alcoholismo. El 6 de julio de 1953, se desplomó sobre una acera en El Barrio y murió de pulmonía en un hospital de Harlem pocas horas más tarde. Debido a que al momento de morir no llevaba identificación personal consigo, De Burgos fue enterrada como “Jane Doe”, o NN, en el cementerio municipal para indigentes de Welfare Island, actualmente Roosevelt Island.
Al advertir su ausencia, sus amigos comenzaron a rastrearla, y hasta El Diario/La Prensa publicó una nota al respecto. Luego de varios días de intensa búsqueda, su cuerpo fue exhumado y enviado a su pueblo natal, Carolina, para un solemne entierro.
Ese triste final cimentó la fama profética de su poesía. Unos meses antes de morir, De Burgos había escrito su único poema en inglés, Farewell in Welfare Island (Adiós en Welfare Island), que dice así:
It has to be from here, right this instance, my cry into the world. My cry that is no more mine, but hers and his forever, the comrades of my silence,
the phantoms of my grave.
(Tiene que ser desde aquí, / ahora mismo, / mi lamento hacia el mundo. / Mi lamento que ya no es más mío, / sino de ella y de él, para siempre, / camaradas de mi silencio, / fantasmas de mi tumba.)
Julia de Burgos había muerto, pero su poesía seguiría inspirando a las nuevas generaciones.
– En 1940 se traslada a Nueva York con el gran amor de su vida, el exilado dominicano Juan Isidro Jiménez Grullón. Al año siguiente, la pareja se mudó a La Habana. En 1942, luego de separarse de su amante, De Burgos retornó a Nueva York, en donde trabajaría como periodista, empleada de un laboratorio químico, vendedora de lámparas, oficinista y costurera, entre otras ocupaciones.
– El viernes 5 de abril de 1940, la Asociación de Periodistas y Escritores Puertorriqueños le rinde un homenaje en el Wadleigh High School Auditorium, 215 Oeste de la calle 114, Manhattan.
– El 10 de mayo de 1940 da un recital de poesía en Longwood Casino, avenida Longwood 867, El Bronx.
– En 1948 se muda al 538 Oeste de la calle 123, Harlem. En los años 1950, vivió en diferentes lugares cerca de las calles 103 y 104 de El Barrio, y también en Brooklyn.
– Durante 1948 fue hospitalizada varias veces en Hospital Mount Sinai, en Manhattan, debido a sus continuos problemas de salud.
– El 6 de julio de 1953 fue encontrada inconsciente y sin identificación alguna en la esquina de la calle 106 con la Quinta Avenida; llevada al Harlem Hospital, falleció ese mismo día. Ante la falta de identificación, su cuerpo fue enterrado en una tumba anónima. Posteriormente, el cuerpo fue trasladado a Puerto Rico y sepultado en el cementerio de Carolina, cerca del Río Grande de Loíza, que inspiró su famoso poema de 1935. En 2006, la esquina en que la se la encontró fue bautizada como Julia de Burgos Boulevard.
– En 2006, se inaugura en la calle 106 entre Lexington y la Tercera Avenida, East Harlem, el mural de mosaicos Remembering Julia, del artista Manny Vega.
– En 2011, se inaugura el mural Soldaderas Mural, obra de Yasmin Hernández, en el jardín comunitario Modesto Flores Garden, Lexington entre 104 y 105. A una cuadra de distancia, dentro de las antiguas instalaciones de la Escuela Pública 72, se encuentra el Centro Cultural Latino Julia de Burgos, uno de los puntos cardinales de la vida cultural de El Barrio.
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