Paradise Lost: lost in stereotype?
Otro film de narcotraficantes… really?
Benicio del Toro encarna al controvertido narcotraficante Pablo Escobar en Paradise Lost. Crédito: Captura YouTube
Los argentinos son soberbios; los mexicanos, flojos; los afroamericanos, pandilleros; los cubanos, sensuales; los chinos, una mafia y los colombianos, narcotraficantes y su rey, Pablo Escobar. Suena a caricatura, pero más o menos así suelen manejarse los estereotipos en el cine comercial.
En unas semanas se estrenará Paradise Lost, opera prima del actor y escritor Andrea di Stefano, conocido por su trabajo como el cura en Life of Pi. En Paradise Lost Benicio del Toro interpreta ni más ni menos que al legendario narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, un personaje en sí mismo interesante.
Escobar fue uno de los criminales más buscados a nivel mundial y se convirtió en una figura muy controvertida, pues luego de consolidar al Cartel de Medellín e incursionar en la política colombiana como representante del Congreso, aportó grandes cantidades de dinero a obras sociales al tiempo que mandaba colocar bombas en lugares públicos y asesinaba a sus enemigos a sangre fría.
Paradise Lost recrea la vida de este personaje a través de una historia de amor. El tráiler no deja ver mucho más que a Del Toro caracterizado como Escobar.
Son ya varios los papeles de Del Toro relacionados con mafias y con el narcotráfico: en 1998 subió unas 40 libras para encarnar al Dr. Gonzo en Fear and Loathing in Las Vegas (Terry Gilliam), al lado de Johnny Depp; pero fue hasta el 2000 con su actuación en Traffic (Steven Soderbergh) que llamó la atención del mainstream.
Por cierto, en Traffic, los estereotipos están tan definidos que incluso las escenas de Tijuana están filmadas en un polvoso blanco y negro. En ese filme Del Toro era Javier Rodríguez, un policía de drogas “bueno” que descubre un caso de corrupción en su corporación y decide ventilarlo.
Del tráiler de Paradise Lost es difícil expresar más que el deseo de que rompa con los estereotipos que los colombianos han cargado desde los 80 como los amos del narcotráfico en América, nicho que, BTW, los mexicanos ya pelean peligrosamente.
Series como “El Capo” o “Sin tetas no hay paraíso” se han encargado de difundir esta imagen de los colombianos a nivel mundial con un gran éxito para las productoras. Esperemos que Paradise Lost vaya más allá y realmente nos sorprenda con algo más de sustancia.
