Joan Rivers escogía con pinzas a sus cirujanos

La animadora y comediante era adicta a la cirugía

Joan Rivers, neoyorquina hasta la médula.

Joan Rivers, neoyorquina hasta la médula. Crédito: Showbiz

Joan Rivers era una adicta a la cirugía estética, pero como conocía los riesgos de entrar en quirófano seleccionaba con extremo cuidado a sus médicos y cirujanos. De este modo, les sometía a estrictas entrevistas en las que “preguntaba de todo” para asegurarse de que podía confiar en que la operación se iba a desarrollar satisfactoriamente.

Uno de los aspectos que preocupaba en especial a la presentadora era la anestesia, por eso analizaba cuidadosamente a los anestesistas, asegurándose incluso de que no tuvieran ningún tipo de problemas con el alcohol. “Siempre les pregunto quiénes son y cuándo fue la última vez que tomaron una copa de vino”, señalaba en su última entrevista al periódico Sunday Times.

La popular presentadora falleció el pasado jueves a causa de un paro cardíaco durante una operación de las cuerdas vocales, una lesión de la que la artista confesaba estar “cansada”.

El funeral, que tuvo lugar este domingo en Nueva York, contó con la participación de Hugh Jackman y el coro The New York City Gay Men, y asistieron compañeros de profesión y amigos, como Sarah Jessica Parker, Whoopi Goldberg y Kelly Osbourne.

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