Tu bebé y tu perro: un vínculo de amor y bienestar

Cuando un niño crece con un animal de compañía, su desarrollo es más armónico e integral

Un perro es noble y amoroso. Protegerá a tu bebe y le ayudará en su desarrollo.

Un perro es noble y amoroso. Protegerá a tu bebe y le ayudará en su desarrollo. Crédito: Shutterstock

Un perro puede ser el amigo perfecto, un gran compañero de juegos y un buen protector para tu bebé. Es un animal que todo el tiempo demuestra su agradecimiento por los cuidados y atenciones que recibe, tiene un instinto sano y protector y su vibración es positiva.

Tener una mascota de este tipo en casa, estimulará el desarrollo emocional e intelectual de tu hijo, porque entre ellos surgirá una relación de cariño, respeto y responsabilidad mutuos.

Cuando hay un niño y un perro al interior de la familia, hay que permitir que la mascota se acerque. Por curiosidad, el animal va a querer asomarse a la cuna para ver al bebé e identificar su olor y, por instinto, sabrá que es un ‘cachorro de humano’. Hay que dejarlo que toque al pequeño, que lo huela, porque de ese modo asumirá su rol de cuidador”, dice el pediatra Alfonso Trillama.

Y hace hincapié en que “en este tipo de convivencias es necesario analizar ciertos aspectos y adoptar algunas precauciones para que la interacción entre el niño y la mascota sea realmente sana”.

El punto de partida aquí es la correcta elección de la mascota que será integrante de la familia. El experto considera que “lo mejor es elegir un perro noble, amable y que no sea agresivo o nervioso, porque el pequeño no mide su fuerza a la hora de jugar con el animal y le puede jalar muy fuerte las orejas o la cola. Con el paso del tiempo, el niño aprenderá a respetar los espacios que su mascota también necesita para comer o descansar”.

El especialista agrega que es importante limitar a pequeños intervalos el ingreso del perro al cuarto del bebé, por lo menos hasta que éste cumpla 9-11 meses de edad, que es cuando su sistema inmune se empieza a estabilizar, y hay que evitar el contacto de la mascota con la ropa y los objetos del pequeño, como pueden ser mordedera, chupón o biberón. Después de una sesión de juego entre ambos, debe ser disciplina lavar las manos del niño.

Un punto importante en este tema es que la mascota se encuentre en buen estado de salud, por lo que debe estar al corriente en su esquema de vacunación, llevarlo a revisiones periódicas y desparasitarlo cada seis meses por lo menos, porque son animales que salen, huelen las heces de otros animales y comen pasto para favorecer su digestión.

El doctor José de Jesús Guzmán, médico veterinario egresado de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que se deben aplicar nueve vacunas para prevenir algunas enfermedades en el perro: parvovirus, moquillo, hepatitis, leptospira, bordetella, rabia, bordetelosis, coronavirus y parainfluenza. El especialista agrega que también es necesario bañar a la mascota cada tres semanas e incluir el aseo de la zona perianal, que sin la higiene adecuada tiende a infectarse.

También hay que estar pendientes ante cualquier reacción alérgica en el pequeño: rash cutáneo, ojos irritados, mucosidad abundante o ruidos en el pecho. Si se da el caso, habrá que acudir de inmediato con el pediatra. Sin embargo, son problemas que se presentan sólo en raras ocasiones, sobre todo cuando hay predisponibilidad genética.

El primer perro de tu bebé contribuirá en su proceso sano de crecimiento y tu hijo se sentirá acompañado y protegido. No tengas miedo de presentárselo como un miembro importante de la familia. Recuerda que tu pequeño y su mascota crearán un vínculo maravilloso de complicidad, amor y respeto.

Colaboración de Fundación Teletón México

“La empatía: Nos hace vivir el sentir ajeno”

Bojorge@teleton.org.mx

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