Un zurdo con gran porvenir

Su casa, ubicada en el Este de Los Ángeles es un templo al futbol. Trofeos, placas, uniformes y banderas del deporte rey predominan en las paredes y repisas del hogar de Efraín Álvarez, un joven que con 12 años de edad ya suma gran trayectoria y experiencia dentro de la cancha.

Hace algunas semanas Efraín, jugador de la Academia de Chivas USA, recibió un segundo llamado para concentrarse con la selección de Estados Unidos Sub-14, lo que el mexicoamericano describe como una experiencia muy divertida y de mucho aprendizaje.

El pequeño, es el quinto de seis hermanos, todos futboleros, entre ellos Carlos Álvarez, ex jugador del ya extinto Rebaño angelino y actual mediocampista de los Rapids de Colorado de la MLS.

“Mi sueño es ser profesional como mi hermano [Carlos]”, dijo Efraín ante la mirada melancólica de su padre, Crescencio Álvarez, que minutos después confesó que no sabía que su hijo anhelaba tanto alcanzar el profesionalismo y que admiraba tanto a su hermano.

“Yo me siento muy feliz y afortunado, todos mis hijos me salieron muy buenos. Orgulloso de ellos dos, porque aquel [Carlos] logro su meta y de él [Efraín] porque poco a poco se va forjando un camino”, afirmó Crescencio.

Su pininos en el futbol los dio a los cinco años y desde entonces ya mostraba pinceladas de talento, típicas de un jugador zurdo.

Tanto gusta su forma de juego, que con su anterior club, el Barcelona, ahora Total Futbol Academy, un programa que realiza visorias en Los Ángeles para el equipo azulgrana de la Liga Española, Efraín fue parte de un grupo de jóvenes que viajó por tres años seguidos a Barcelona para realizar prácticas y disputar juegos amistosos con el equipo juvenil, entre ellos uno ante el Real Madrid, donde el californiano fue capitán del cuadro catalán.

“Cuando fui a Barcelona y empatamos con el Real Madrid, eso nunca se me va a olvidar porque yo metí un gol y di un pase”, explicó sonriendo el volante, que dejó de lado la timidez para explicar su grato recuerdo